Las nuevas tecnologías han hecho que el teletrabajo pueda ser cada vez más funcional y que una empresa sin oficina sea posible. Hablamos con Ntity, una agencia de diseño y branding con empleados y colaboradores ubicados en lugares tan dispares como Linares, Galápagos, Castro Urdiales, Dusseldorf o Estambul que lleva ocho años trabajando sin afincarse en ningún sitio.
Puede que no contar con barreras geográficas ayude a la captación y retención del talento. Así se lo preguntamos a Beatriz Cuevas, socia y directora creativa de Ntity Brand Consulting. Para ella, este modelo de organización de trabajo es más exigente porque hace de la complicidad y la confianza el principal criterio a la hora de integrar personas en el equipo. Quien se siente cómodo trabajando sin la obligación de ir a una oficina es porque se siente también confortable con su vida privada, con su entorno, con sus cosas. Esta comodidad ayuda enormemente a que la creatividad y el talento se desarrollen, sin estrés o sin sensación de malgastar el tiempo. Tanto que Ntity está posicionada como uno de los estudios de diseño más consolidados en España.
Nuestra casa, los objetos que nos acompañan en nuestra cotidianidad, las personas que nos quieren y nos cuidan son esenciales para el desarrollo y la felicidad de una persona. Poner a la felicidad como foco y guía para tu vida y tu empresa sin duda se refleja en el funcionamiento de tu organización.
Uno se vuelve adulto cuando se compromete con su independencia: económica y emocionalmente. Aspiramos a elegir nuestras relaciones y nuestro entorno. Cultivamos nuestro yo, nuestros afectos y construimos nuestro hábitat. Para todo esto necesitamos trabajar. Frases hechas como sentar la cabeza o convertirse en alguien de provecho llevan implícita la idea de encontrar un lugar propio donde vivir y un empleo estable que permita mantenerlo.
“El ir y volver al trabajo es para la mayoría de la gente el tiempo de repaso de tareas, de hacer listas con las cosas pendientes, y muchas veces es un rato de cierta angustia, de sentir que uno no llega a tiempo a nada. Llegamos a casa cansados, con un montón de cosas por hacer, y cuando finalmente acabamos con ellas, caemos rendidos, y a dormir. Un día más. Así, el hogar, “mi casa”, es ese sitio que nos cuesta mucho pagar y que sentimos que no disfrutamos lo suficiente.», afirma Cuevas
«Hace más de ocho años apostamos por crear un modelo de trabajo sin oficina, y esto fue fruto del reflejo nuestra manera de entender la vida: simplificar y tender a lo sencillo nos hace más flexibles, un poco más felices: Nos permite, además, nutrirnos de otras experiencias que nos ayudan en el proceso creativo.”, continúan Beatriz Cuevas y Juan Mas, creadores del proyecto, quienes apuestan por la flexibilidad laboral: la oficina está en la cabeza de cada uno.
Liderar en la distancia
Daniel Goleman dice que en el camino a la adultez vamos perdiendo capacidades creativas en tanto que nos controlan, nos evalúan con un número o nos vigilan… Cuevas y Mas decidieron no imponer horarios porque creen que las ideas surgen en momentos y lugares inesperados, si bien fijar una jornada laboral ayuda a poner en común ideas y a sincronizar el trabajo.
Creatividad, bienestar y confianza van de la mano de un entorno cómodo y un equipo en el que hay buena relación, donde no se pierde el contacto entre las personas. Esta agencia afincada en ningún sitio organiza uno o dos viajes al año para disfrutar, sencillamente, los unos de los otros. Pero, ¿Cómo liderar un equipo al que le separan tantos kilómetros de distancia? ¿Cuáles son las cualidades del líder digital? ¿Son distintas a las de otros líderes?
Liderar es ponerse al frente y tratar de ayudar a que la gente saque lo mejor de sí. Es imprescindible ser amable y estar atento a las señales, para intentar que la comunicación fluya. Trabajar sin un espacio físico obliga, eso sí, a ser muy ordenado en la gestión de la información y también en la planificación del trabajo. Por suerte la tecnología nos facilita herramientas de todo tipo como calendarios compartidos, espacios en la nube…
Dar a luz: el futuro que construimos.
Muchos pensarán que el futuro es 100% digital y cabría esperar que una agencia como Ntity apostara por adentrarse hasta el fondo en el mundo digitado, pero nada más lejos de la realidad. Ntity ve el presente y la tecnología a disposición de las personas y no al revés. “Hemos apostado por la edición de tres proyectos en papel donde la reflexión, la sencillez y la fotografía destacan por encima de todo”, afirma Beatriz Cuevas. La vocación artística de Ntity le llevó en 2019 a publicar El libro de Ntity, un autorretrato en forma de libro con textos y fotografías. El proyecto no sólo fue un experimento participativo sino que fruto de él surgieron muchas otras preguntas y reflexiones. Una de ellas por encima del resto: ¿Qué queremos dejar al mundo?
Con la llegada de El libro de Ntity, El libro blanco y Las simples cosas, la agencia se posiciona como una de las grandes defensoras, no ya del papel, sino de los creadores. Defensores de lo táctil, lo pequeño, lo cuidado. Defensores de objetos que desafíen a la inercia y tienten al corazón. Objetos que ocupen un lugar en el mundo junto a nosotros.
Con la pandemia y el consecuente confinamiento, las dudas existenciales se tornaron para Ntity en una oportunidad para hacerse preguntas sobre la sequía de creatividad, la desigualdad, el maltrato al planeta, la realidad y plantearse su propio legado, y qué mejor metáfora que un puñado de páginas sin escribir. Así llegó El libro blanco, una particular manera de ofrecer un espacio virgen a cualquier persona que quiera enfrentarse a un nuevo pensamiento por conquistar.
Nuestra época ha hecho del entorno y de las costumbres un lugar abigarrado de cosas, de obligaciones, de planes. Nos llenamos de objetos, nos invaden incontables archivos digitales que viajan por la red adoptando multitud de formas (emails, archivos, películas y series, canciones, apps, webs, memes) y pueblan, colonizan la realidad. Sentimos que no alcanzamos a gestionar y a ordenar un mundo cada vez más cargado de estímulos y necesidades.
“De pronto aparece un nuevo invasor. Un virus microscópico que no podemos dominar ni controlar. Un virus que mata. Mata personas y destruye la endeble estructura que sostiene nuestro mundo de dinero y consumo.”, continúa Beatriz Cuevas. “El movimiento nos impedía mirarnos y pensarnos y ahora, su ausencia, nos obliga de pronto a descubrir y a convivir con nuestro reflejo. Quién soy. Quién es mi familia. Cómo es mi vida. Qué es lo importante. Quién me atiende, quién me cura. De quién dependo. Qué tengo. Qué necesito. De qué puedo prescindir.”
Como apunta Ntity, tenemos empacho de imágenes y de velocidad. Sentimos que pasamos la vida haciendo scroll, así que experimentar con papel y volver a la imprenta y a lo táctil es volver a lo natural. Los libros ponen a funcionar otros sentidos, además de la vista, y sobre todo, dan espacio libre al tiempo. Disfrutar del tiempo libre que da la flexibilidad laboral y ser felices es la fórmula de éxito que estos diseñadores han compartido con nosotros.