Somos un cubo, queremos ser esfera

Malamente se echa a rodar un cubo, ese cuerpo geométrico regular formado por seis caras cuadradas iguales, por una superficie. Digamos que, si queremos rodar por un camino sería mejor adoptar la forma de una esfera. Transformarse de cubo a esfera es el reto de muchas organizaciones y, como no, también de las familias empresarias.

La falta de alineación de los equipos, las discrepancias, los puntos de vista enfrentados equivalen a las aristas de un cubo. No quiero decir que las esferas son mejores que los cubos, simplemente que hay un momento para cada cosa, hay tiempos en los que conviene ser firmes y estructurados y otros en los que conviene ser flexibles y ligeros.

Acompañar a una familia empresaria en su evolución es tomar contacto con el cubo e invitarla a transformarse en esfera. La esfera es movimiento, y adaptación. La primera generación debe abandonar el apego al mando y ayudar a las siguientes generaciones a crecer. La segunda generación debe dejar de emular al fundador/a para construir un puente hacia la tercera. La tercera debe saber trabajar de forma colectiva aprovechando la diversidad de talentos.

Cada generación puede poner o quitar escollos, pronunciar o limar aristas y, como en una carrera de relevos, la victoria les pertenece a todos.

¿Cómo transformamos el cubo en esfera?

Mi colaborador y fundador de Transform Action, Héctor Infer, ideó y compartió conmigo una metáfora que quiero compartir con vosotros. Es la del cubo de hielo que quiere convertirse en esfera de hielo. ¿Cómo transformamos el cubo en esfera? Lo de picar las aristas es bastante burdo y no lograríamos que quedara una esfera redonda. Héctor Infer sugiere: ¿y si le damos calor? Pues bien, acompañar a una familia empresaria en su proceso de alineación equivale a dar calor, en otras palabras, confort, aprecio, confianza, ausencia de juicios, tocando los temas hasta llegar al fondo pero sin herir. El calor, en un poco a poco, deshace creencias, dudas y prejuicios, atrayendo lágrimas, perdones y conversaciones que nunca habían tenido lugar.

Los facilitadores de estos procesos familiares hacemos de contenedor, recogemos el agua derretida, que no son más que las viejas creencias, emociones y pensamientos de los miembros de la familia ahora diluidos. Surge el momento creador, el de definir un proyecto común, es tiempo de que el líquido tome la forma escogida. Si queremos ser esfera es momento de darle forma y aplicar frio, para consolidarla.

Transformar es pasar de un estado a otro habiendo sanado lo que era disfuncional y habiendo adquirido nuevos hábitos y aprendizajes. Acompañar es sentir verdadero aprecio por todas y cada una de las personas de la familia que desean evolucionar, valorar sus pequeños y grandes avances personales y ser compasivo con sus retrocesos, porque la evolución siempre tiene altos y bajos. Acompañar es servir a una familia, para que sea cada vez más feliz y prospera, como el deseo que, con el inicio del año, nos hemos dedicado.

«Acompañar es sentir verdadero aprecio por todas y cada una de las personas de la familia que desean evolucionar, valorar sus pequeños y grandes avances personales y ser compasivo con sus retrocesos»

María LladróEspecialista en familias empresarias y consejos de administración. Consultora Asociada a TransformAction Europe.

María LladróMaría es economista, mediadora, conferenciante, formadora. Especialista en empresa familiar y consejos de administración. Forma parte de la Red Global de Consultores BVC para el desarrollo de equipos y organizaciones de alto rendimiento.

Miembro de la familia fundadora de la empresa LLADRÓ, de la que fue Consejera durante 24 años. Destacan, entre otras, sus funciones en la Dirección de Creatividad, la Escuela de Arte y la Vicepresidencia Ejecutiva del Grupo.

Gran conocedora del capitalismo humanista y de las empresas conscientes. Autora de “Valuismo. Reinventando la economía global”.