Employer Branding: ¿Por qué debemos aplicarlo desde ya?

Employer Branding está de moda y en boca de todos, pero sigue siendo la asignatura pendiente de prácticamente el 80% de las empresas españolas. Hablamos con Cristina Vicedo, Directora General de FutureBrand, sobre en qué consiste esta práctica y cómo implementarla en nuestras organizaciones.

– ¿Qué es el Employer Branding y por qué las empresas deberían empezar a aplicarlo desde ya?

«El Employer Branding no es otra cosa que tener a los empleados contentos y satisfechos, no solo por lo que ganan, sino porque sienten que forman parte de una comunidad: su empresa».

«Se ha producido una evolución muy rápida en esa exigencia por parte de los millennials y las nuevas generaciones con respecto a las empresas. Hay gente que está dispuesta a irse al paro o a esperar un tiempo hasta que encuentre el trabajo que necesita porque lo que necesita es realizarse no económicamente, sino realizarse con una necesidad personal de autorealización y autoformación. Es más cognitivo y mucho más emocional que racional».

¿Cuál es el procedimiento para aplicar el Employer Branding en una empresa? 

«En primer lugar, lo que hay que hacer es analizar qué es lo que está ocurriendo. Y, sobre todo, escucharles (a los miembros del equipo), es preguntar las necesidades, las carreras profesionales que se les puedan ofrecer, qué esperan del trabajo, qué satisfacción tienen.

Se trata de escucharles a ellos y que los empresarios y las empresas también participen con ellos en contarles cuáles son los objetivos de esa empresa».

Actualmente el mundo está experimentando una crisis de compromiso de los empleados. Datos recientes (Tendencias Globales de Compromiso de Empleados 2017 de Aon Hewitt) indican que solo un 13% de los trabajadores en todo el mundo se siente comprometido con su trabajo. ¿A qué crees que se debe esa falta de compromiso? ¿Qué estamos haciendo mal?

«Nos tenemos que compaginar entre todos para aunar diferentes culturas, diferentes formaciones, diferentes generaciones que buscamos y deseamos diferentes cosas. Y, además, si añadimos que estamos en un momento en el que las empresas tampoco saben cómo responder a esa digitalización y a esa globalización, estamos todos un poco con el norte perdido».

«Entonces, lo primero, no asustarse. Lo segundo, no es que lo estemos haciendo mal, es que probablemente nos tendremos que parar un poco y vendrá ese momento después de ese standby de receso en el que todos pensaremos y actuaremos. Y en ese proceso de receso y de espera lo que yo digo es que no perdamos el tiempo. Lo que yo recomiendo es que tratemos de escuchar y, mientras escuchemos, preparemos planes de acción».