Especial #8MCanalCEO | “¿Dónde está el médico? o ¿Cuándo viene el urólogo?». Aunque sea algo anecdótico, las mujeres en posiciones de liderazgo aún se enfrentan a estereotipos tan comunes como asociar poder e influencia a masculinidad. Sobre cómo romper esas barreras y alcanzar la igualdad de forma natural nos habla la Dra. Esther García Rojo, uróloga de ROC Clinic y fundadora del proyecto de divulgación científica Urology Cheat Sheets.
Canal CEO: ¿Cómo está afrontando la diversidad vuestro sector?
Dra. Esther García Rojo: El predominio de la mujer en el terreno de la medicina es un hecho. El número de mujeres que estudian medicina se ha ido incrementando del 6 a casi el 60% en los últimos años. En cuando a mi especialidad, la urología, aunque en la población general aún existe la creencia de que es una especialidad de hombres, el número de mujeres urólogas ha aumentado exponencialmente en los últimos años, al igual que el porcentaje de mujeres que están cursando esta especialidad. La presencia femenina es muy importante en la mayoría de los servicios hospitalarios de toda España.
Canal CEO: ¿Qué políticas de inclusión habéis puesto en marcha?
Dra. Esther García Rojo: En realidad, como tal, no hemos implementado ninguna política de inclusión especial. Bajo mi experiencia, la igualdad se está consiguiendo de una manera natural y no forzada. No obstante, esto en una gran medida ha sido posible gracias a las pioneras, que años atrás, nos han abierto el camino facilitando a las nuevas generaciones nuestra incorporación a la especialidad. Ellas lo tuvieron realmente difícil, hace 20 o 30 años, a la hora de luchar con estereotipos y hacerse un hueco en esta especialidad, tradicionalmente dominada por hombres.
Las nuevas generaciones de mujeres urólogas, debemos mucho a estas urólogas españolas más veteranas que ahora ocupan Jefaturas de Servicio o altos cargos en grandes instituciones internacionales, académicas, etc. Cabe citar ejemplos tales como Carmen González Enguita o María José Ribal.
Aunque aún no exista paridad, podemos desarrollarnos profesionalmente de una forma exitosa y sin prejuicios por parte de nuestros colegas médicos.
En mi servicio en concreto, que cuenta con más de 20 urólogos con una clara predominancia masculina, las mujeres tenemos gran peso y relevancia en el ámbito asistencial y ocupamos tareas de responsabilidad y dirección en el ámbito de la investigación y docencia, superando siempre con el trabajo y las capacidades individuales al género.
Canal CEO: ¿Cómo generáis confianza para romper los estereotipos que hay en torno al campo de la urología?
Dra. Esther García Rojo: Básicamente se me vienen a la cabeza tres aspectos: excelencia profesional, excelencia académica y trabajo duro. En realidad, añadiría una cuarta: paciencia. Paciencia para ir rompiendo tabús y prejuicios y dar confianza y seguridad sobre todo a nuestros pacientes.
Cuando se forjan unos fuertes lazos de confianza y empatía entre el médico y el paciente, esta relación transciende ya del propio género y se rompen todas las barreras y posibles tabúes.
Creo que, en general, las mujeres tenemos que demostrar nuestra excelencia y conocimientos más que los hombres para obtener un mismo respeto o consideración. Demostrar constantemente que somos tan hábiles quirúrgicamente, que tenemos cuando menos los mismos conocimientos o mismas habilidades científicas. Una vez que nuestros pacientes son conscientes de este hecho, el estereotipo del “urólogo varón” se diluye.
Canal CEO: A raíz de la pandemia, se está hablando de un nuevo fenómeno que ha tomado el relevo al techo de cristal: los acantilados de cristal, es decir, favorecer el ascenso de la mujer en condiciones adversas. ¿Están mejor preparadas las mujeres para resolver las crisis y los retos del liderazgo digital? ¿Qué aporta una mirada femenina al liderazgo?
Dra. Esther García Rojo: A día de hoy y siendo realistas, la presencia femenina en puestos de liderazgo en urología sigue siendo escasa. El concepto de «leaky pipeline» que hace referencia a la falta de oportunidades para las mujeres en posiciones de preponderancia y poder (a pesar de tener la misma paridad en los conocimientos y preparación) sigue siendo un hecho. Da la impresión de que las mujeres nos diluimos en ese proceso de llegar a la cima. Sigue existiendo una importante brecha en el desarrollo profesional, actividad investigadora o docente y por supuesto en el desempeño de puestos de responsabilidad o liderazgo.
En esto tiene gran importancia la herencia cultural, que sigue conectando a las mujeres con muchos estereotipos, que pese a lo mucho que ha avanzado la sociedad, siguen estando vigentes, como por ejemplo el compromiso familiar que se presupone mayor (o casi completo) a las mujeres, lo que hace que siga siendo muy difícil optar a otras grandes responsabilidades laborales. Existe más tendencia en las mujeres doctoras a buscar el equilibrio entre vida personal y profesional, ya que culturalmente, está mejor visto que el hombre se dedique al 100% a su profesión y deje en un segundo plano otras actividades, como por ejemplo las familiares, no existiendo esa equidad para nosotras. La igualdad de género tiene que entenderse en todos los aspectos de la vida: casa, trabajo y en la sociedad.
Desde mi punto de vista, las mujeres tienen mejores y más eficientes vías de comunicación con compañeros, pacientes y familiares. Somos en general, más constantes, trabajadoras, empáticas y comunicadoras.
Canal CEO: ¿Qué pasos nos faltan por dar para que podamos hablar de plena igualdad en el mercado laboral español?
Dra. Esther García Rojo: Hemos derribado ya muchas barreras en este sentido, pero sería muy optimista por mi parte si dijera que hemos alcanzado el objetivo de la igualdad.
Lo primero, y ciñéndome a Urología, es derribar de manera definitiva el estereotipo, social e históricamente adquirido que tienen nuestros pacientes sobre el estado de género en nuestra especialidad. También es importante la actitud de nuestros colegas hombres. Aunque en este sentido, por mi experiencia, puedo decir que hemos sido aceptadas de pleno derecho como “uno más”, aún quedan determinados aspectos a mejorar. Desde el punto de vista global, me gustaría insistir en la necesidad de apoyar la conciliación familiar y la promoción de las mujeres a optar a puestos de liderazgo.
Anecdóticamente, en mi trabajo cotidiano, con frecuencia sigo escuchando expresiones tales como “¿Dónde está el médico? o ¿Cuándo viene el urólogo?» al dirigirme a familiares o pacientes. También vivimos en ocasiones que pacientes se refieran a mis compañeros varones (aunque tengamos edades similares) en una conversación conjunta, suponiendo que ellos son la figura de autoridad. Afortunadamente esto cada vez pasa menos. Personalmente, no suelo tener problema en decir con firmeza y confianza “Soy yo el urólogo o soy yo la cirujana”.
Me gustaría reiterar el importante papel de nuestros compañeros varones a la hora de eliminar este tipo de situaciones. Ellos también tienen que ser responsables a la hora de alcanzar la igualdad.
Nos queda aún camino por recorrer y tenemos que remar todos (mujeres y hombres) en una misma dirección.