#Changemakers | Vitaldent: un CEO en una lucha de gigantes

“La boca sin muelas es como molino sin piedra, y en mucho más se ha de estimar un diente que un diamante”. Arrancamos nuestro #Changemakers de este mes con una frase del mismísimo Cervantes, porque tenemos ante nosotros un hombre embarcado en toda una lucha de gigantes: lograr que la salud bucodental sea universal.

El actual consejero delegado de Vitaldent, Javier Martín Ocaña, sabe lo que es entrar en una lucha que muchos daban por perdida y salir vencedor. Cuando se puso al mando de la compañía, esta atravesaba una gigantesca crisis reputacional. Tras el desplome del negocio, en solo 6 años, consiguió un nuevo y rentable modelo empresarial, que da empleo a más de 5.000 personas y cuenta con la colaboración de 2.300 odontólogos.

“La verdad es que las escuelas de negocio no te preparan para desembarcar en compañías donde las circunstancias sean como las que nosotros nos encontramos cuando desembarcamos aquí”, reconoce Martín. Como él mismo dice, había que inspirar un nuevo futuro y tratar, de alguna forma, de comprender lo que había sucedido, siempre con una escucha activa”.

“Al final tienes que estar rodeado e inspirar a ese equipo y he aprendido que, para enseñar, hay que inspirar haciendo y hay que ser uno más. Hemos conseguido trasladar ese inconformismo desde el primer día que llegamos a esta compañía. Con un espíritu crítico, intentamos hacer cosas transgresoras y, hasta cierto punto, disruptivas, que es verdaderamente esencial en la marca Vitaldent y en el grupo que dirijo”, nos explica.

“Alguien que aspira a liderar un cambio, por pequeño que sea, tiene que ser inconformista por naturaleza”, Javier Martín Ocaña, CEO Vitaldent

#Changemakers: ante la adversidad, talento

En Vitaldent tenían por delante un reflote, cuando de repente llegó un completo maremágnum empresarial: la pandemia. La salud bucodental se convirtió en todo un problema de estado.

Cuando no se sabía ni cómo se contagiaba el covid, ni había vacunas sobre la mesa, Vitaldent abrió sus clínicas y daba servicios de 12 horas ininterrumpidas con los equipos de protección puestos. La salud bucodental no podía ser confinada: “Llegamos a recibir más de 5.000 o 6.000 llamadas semanales de pacientes que necesitaban asistencia (…) y nos hizo reflexionar sobre la necesidad de ampliar los servicios de salud bucodental y que sean participados, en formatos de colaboración público-privada”.

Vitaldent fijó entonces un objetivo que a muchos les puede parecer quijotesco, pero que en la pandemia se vio más que viable: “Todos los españoles deberían tener derecho y acceso a la salud bucodental; teniendo especial cuidado en aquellas capas de la sociedad más vulnerables. Siempre ha existido una inquietud en el país, y creo que de todos los partidos, de incluir esta salud bucodental dentro del sistema de salud y quizás nosotros nos hemos convertido en el acicate o en el generador para crear un debate y proponer una serie de sistemas que están hoy en día tanto en la mesa del Congreso, como del Senado, como del Ministerio de Sanidad”.

“Los pacientes y el mercado te pagan cuando las cosas se hacen bien”

Es una cuestión de justicia, pero también de números: “Procurando una buena salud buco dental, el sistema sería capaz de ahorrar muchos cientos de millones de euros en tratar otras series de enfermedades sistémicas como enfermedades cardiovasculares, alzhéimer, neurológicas… que tienen su origen en una deficiente salud bucodental”, asegura Martín.

La cooperación público-privada será clave, pero desde Vitaldent ya están haciendo los deberes. En la actualidad operan prácticamente en todas las localidades del país de más de 50.000 habitantes y el próximo objetivo será estar en todas las de más de 10.000 habitantes, con un modelo de cercanía y de poliespecialidad, donde puedan ser tratados de distintas dolencias en un mismo centro y con la última tecnología.

“En el pasado la salud bucodental estaba en manos de una élite que tenía una capacidad de gasto y nosotros nos hemos apoyado en la financiación al consumo para poder hacer asequibles, mensualmente hablando, la salud bucodental para todos los ciudadanos de este país, con independencia de su capacidad de ahorro o de su capacidad de generar liquidez”, explica el CEO de Vitaldent.

#Changemakers: una nueva forma de medir el éxito

Javier Martín tiene claro que algo está cambiando en la forma de medir los resultados de las grandes empresas: más allá de los KPIs fundamentales que todo analista conoce. “En los últimos 5 o 6 años hemos notado una sensibilidad mucho más importante sobre el propósito de la empresa. Claro que ganar dinero y hacer bien las cosas es mandatario y todavía estamos en esa fase en la que la credibilidad de un CEO tiene que ver con los resultados y con la trayectoria, pero cada vez empieza a ser más relevante no solo en la estrategia, sino realmente ver el propósito social de la compañía y en cómo un ceo es capaz de cambiar e impactar en la sociedad civil a partir de su labor o de la empresa en que dirige”.

“Todo el mundo sabe distinguir en quién es verdaderamente un buen líder y quién es inspirador, pero aquellos que tienen la capacidad de transformar o cambiar el mundo, de esos hay muy pocos todavía”.

“Estoy seguro que en el futuro habrá factores de medición y creo que el debate en estos momentos es ese cómo medir el propósito social de la empresa de una forma objetiva y ponderable. (…) Mi convicción es que, si tienes un impacto social positivo y el resultado de lo que haces es capaz de transformar la sociedad que te rodea, al final los resultados económicos siempre acompañan”.