¿Tu empresa está orientada a la tarea o a las relaciones? Este será uno de los temas a debatir en el foro virtual de la diversidad, liderazgo y empresa, Tiempo de Mujeres 2020, que se celebrará el próximo 30 de junio y 1 de julio.
Tiempo de Mujeres es un punto de encuentro para profesionales vinculados a la Responsabilidad Social Corporativa y al desarrollo del Talento en las organizaciones. Hablarán de las ventajas de las organizaciones feminizadas, la nueva masculinidad, La innovación siempre es diversidad, diversidad intergénero-cional, las otras diversidades, la diversidad se mide. Ellos, ya lo han hecho.
Cuál es su objetivo? Dejar atrás la capa cosmética e impulsar la verdadera diversidad en las compañías a través del intercambio de conocimiento y experiencias, dejando espacio para un práctico networking entre profesionales que tienen intereses comunes. Las empresas que promueven e implementan entornos diversos e inclusivos son más innovadoras y competitivas,
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Programa de Tiempo de Mujeres
El modelo empresarial andrógino
Las crisis financieras, la actual crisis sanitaria o la propia evolución de la sociedad hacia una más igualitaria y comprometida, han puesto en valor un modelo de gestión que prima las necesidades socio-afectivas. Aquellas empresas que trabajan sobre el plano de las relaciones han aprovechado al máximo las capacidades de sus trabajadores y han logrado mayores ventajas competitivas en tiempos de incertidumbre, según apuntan los estudios de Halverson, Holladay, Kazama, y Quinones.
Si nos fijamos en cuáles son los elementos distintivos de estos nuevos modelos de gestión desde una perspectiva de género, veremos que coinciden, en su mayoría, con los roles y estereotipos sobre lo “femenino” presentes en nuestra sociedad.
Así, los nuevos recursos organizacionales incluyen competencias tales como la consideración de las necesidades individuales, la atención a las emociones y a los afectos, la empatía, la orientación a las personas o el desarrollo de conductas de cooperación y de cuidado, coinciden con los rasgos asignados en nuestra sociedad a las mujeres (Eagly, Karau, y Makhijani, 1995; Eagly, Johannesen-Schmidt y van Engen, 2003).
Desarrollar la “androginia” supone hacer un mejor uso de importantes recursos organizacionales basados en las personas y asociados al rendimiento, tales como la inteligencia emocional, la orientación interpersonal en el liderazgo o la cooperación entre los equipos de trabajo

El equilibrio entre lo femenino y masculino
Dotar de espacio en la empresa a lo femenino y masculino no supone que las mujeres estén mejor preparadas para asumir un rol de privilegio en el nuevo modelo empresarial.
Se trata de romper con el predominio de valores, conductas y rasgos propios de la masculinidad (competividad, independencia, fuerza u orientación al logro individual), asumidos tanto por hombres como por mujeres en puestos directivos. Y adoptar rasgos de identidad y estilos de liderazgo orientados a la relación, el bienestar y la satisfacción.
Un equilibrio en el que hombres y mujeres puedan desarrollar tanto rasgos estereotípicamente masculinos como rasgos estereotípicamente femeninos.Es decir, de desarrollar la “androginia” para hacer un mejor uso de importantes recursos organizacionales basados en las personas y asociados al rendimiento, tales como la inteligencia emocional, la orientación interpersonal en el liderazgo o la cooperación entre los equipos de trabajo.