Séneca y una vida feliz

por | Jun 5, 2013

Por Helena López-Casares @helenacasares | Lucio Anneo Séneca fue un  filósofo, político, orador y escritor romano que vivió entre el año 4 a.C. y el 65 d. C. Estudió retórica y filosofía en Roma y quedó impactado por las enseñanzas de los estoicos, cuya doctrina desarrolló.

Séneca fue nombrado tutor de Nerón. De hecho, la moderación que caracterizó los primeros cinco años del mandato del excéntrico emperador se deben en gran medida a la de la sana influencia de Séneca. Pero en torno al año 62 d. C. Séneca perdió todo control sobre el emperador, instaurándose tras esto el imperio del terror que no le libraron de las frustración y la desdicha.

Todas las personas desean ser felices y buscan la fuente de la satisfacción, pero muchos se ven incapaces de encontrarla.

El camino de la felicidad

Todas las personas desean ser felices y buscan la fuente de la satisfacción, pero muchos se ven incapaces de encontrarla. Esas personas van como ciegos porque no saben qué es lo que les hace felices y cuánto más buscan la felicidad, más se alejan de ella. Es imprescindible averiguar qué es lo que queremos y no ser tan manipulables por las influencias del exterior. Para Séneca la senda más transitada es la menos confiable y nada es menos aconsejable que seguir al rebaño. Esta afirmación nos invita a salir de la zona de confort y a descubrir otros caminos a través de la exploración y la aventura.

Séneca defendía que una vida feliz es la que sigue a su propia naturaleza y que únicamente se puede alcanzar con el alma sana y el cuerpo saludable. Es decir, solo una vida sin angustias nos abre el camino a la plenitud. La ira, el resentimiento o la resignación son malos compañeros de viaje porque no propician la armonía y el bienestar. Séneca nos invita a determinar qué queremos. A partir de ahí nos recomienda que tracemos el camino para alcanzarlo.

Una persona satisfecha se mueve con soltura, respira hondo y sonríe más. Empieza por adoptar estos comportamientos como algo habitual en tu día a día. Añade a esto una combinación equilibrada de trabajo, reflexión, humor y confianza. Verás como la satisfacción se va abriendo paso en tu vida. Séneca afirmaba que la mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy.

El único momento en el que estás siempre es el tiempo presente. Aprovéchalo y sácale todo el jugo. ¿Esperas a que las cosas sucedan o haces que las cosas sucedan?

Redacción
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