«Poner límites es un gesto de amor»

La coach Silvia Guarnieri, con más de 15 años de experiencia profesional fue la invitada especial a los Desayunos del Canal CEO, una iniciativa de Mascuota y APD, con la colaboración de Saxobank y el Palau de Congressos de Cataluña.  El eje principal de la jornada se centró en la gestión del tiempo familiar con el que Guarnieri pretendió dejar sobre la mesa varias preguntas sin respuesta.

«Poner límites es un gesto de amor», así comenzaba la reflexión de la coach argentina que lanzaba al resto de invitados y directivos. Junto al periodista Adrián Díaz-Caneja, la coach empezó a desarrollar la primera idea sobre la conciliación familiar y sobre la cantidad y calidad de tiempo dedicada a los hijos, en la que establecía como punto principal cuáles son los espacios para jerarquizar el tiempo para la familia.

Cada vez cuesta más poner límites, ya no sólo a los hijos si no a nosotros mismos. Por ejemplo, ¿el tiempo que pasa un niño jugando a la videoconsola debe de ser o no controlado?. A esta cuestión la directora general corporativa de SEK, Concha Canoyra contestaba que «mis hijos no tienen Play Station, y ello supone un plus de educación, a veces los padres se vuelven cómodos y dejarles jugando a la play es una forma de dejarles encajados para que tengamos más espacio».

Esta percepción no fue compartida por alguno de los asistentes como Guillermo Galey, director general de Saxobank que opinaba que «al igual que en su empresa, en mi familia no hay jerarquía ni horarios establecidos. El concepto de horarios está inculcado y no lo vemos como un límite. Si no se entiende el mensaje habrá que explicar bien la situación».

Hay veces que poner límites no es lo fundamental, para ello también hay que dar ejemplo a los niños y no confundir el espacio familiar con el trabajo. «No dedicar el tiempo suficiente a los hijos puede crear en los padres un sentimiento de culpabilidad por no pasar con ellos el tiempo que se merecen que muchas veces paliamos con regalos», expresaba Silvia.

Para poner en situación a los invitados Guarnieri expuso una historia personal. «Tengo dos nietos haitianos a los que desde que llegaron del orfanato queríamos darles de todo. Lo peor es que no lo podíamos hacer, había que poner límites ya que si les dábamos de todo dentro de dos años se convertirían en argentinitos insoportables».

Por tanto, la culpa no proviene de dar lo que el otro pide si no de dar lo que realmente necesita. Esto genera a los padres mucho estrés ya que debido a su actividad profesional como CEOs no siempre pueden dedicar el tiempo necesario a los niños. «El problema viene cuando dejas de ser dueño de tu destino, entonces es mejor hacer un «break» y ver qué es lo que quiero y qué puedo hacer», expresa Alfonso Martínez, el director de Be Marketing.

Así mismo, la directora de Mascuota, Noemí Boza rescataba una frase de Joaquín Llorente que decía: «los que tienen éxito son los que viven obsesionados por algo». Por ello, cuando más pasión pones a tu trabajo, te lleva a tener que priorizar más.

«El estrés no es tener que trabajar mucho, cuando la acción va para un lado y la emoción está en otro, hay que saber aunarlos. Hay que trabajar en cómo podemos jerarquizar esos tiempo y dar tiempo para conversar», reflexionaba la coach argentina.

Para finalizar, María de la Cabeza, asesora adjunta al consejo de administración del Palau de Congressos de Barcelona expuso su situación personal exponiendo que «por mi trabajo tenía que tener siempre el móvil encima, y me ayudó mucho hacer a mis hijos partícipes de ello. Los hijos tienen que verte como una persona humana y así te entienden».

Los Desayunos dejaron en el aire varias reflexiones sobre la conciliación de la vida familiar y el trabajo, como que es importante buscar la compatibilidad y la complicidad con los hijos en cuanto a tu vida profesional y que se debe comprender que lo importante no es el tiempo que pasamos con nuestros hijos si no saber gestionarlo y hacer de él un momento íntimo y con calidad.