

Encontrar el equilibrio perfecto entre la vida personal y la vida laboral es uno de los objetivos para la mayoría de personas que desarrollan puestos de alta responsabilidad dentro de las empresas. Ser CEO de una entidad requiere de entrega y esfuerzo… muchas horas se dedican a potenciar una empresa de la que muchos empleados dependen.
Esa presión, esa exigencia del directivo con su trabajo, ha aumentado por la incertidumbre de futuro, y máxime en estos tiempos, cuando es tan complicada la supervivencia empresarial. Pero a veces tanta dedicación complica y peligra el bienestar de otros ámbitos de la vida. Centrarse tan sólo en el trabajo y dejarse absorber por él trae consecuencias nefastas; el olvido de tus seres queridos, el aislamiento en sociedad, el deterioro de la propia salud… efectos que muchas veces son irrevocables.
Encontramos muchos casos de CEOs que han tenido que renunciar a su vida personal para triunfar en el plano laboral. Un éxito que como todo en la vida, resulta efímero puesto que no hay que olvidar que los años pasan, los éxitos se olvidan y al final lo que resulta verdadero, no guarda una relación con el trabajo, sino con otros planos de la vida.
El ex presidente de Coca-Cola, Bryan Dyson, al dejar su cargo como directivo en una de las empresas más reconocidas del panorama internacional, quiso reflexionar sobre la importancia de saber dar valor a aquellas cosas que la tienen para no abocarlas al olvido. Priorizar el trabajo por encima de otras necesidades, suele ser un error muy frecuente… saber rectificar a tiempo es clave. Te ofrecemos aquí la transcripción de ese discurso:
El discurso más corto del expresidente de Coca- Cola
Imagina la vida como un juego en el que estás jugando con cinco pelotas en el aire. Estas son:
– Tu Trabajo.
– Tu Familia.
– Tu Salud.
– Tus Amigos.
– Tu Vida Espiritual.
Y tú tarea es mantenerlas todas en el aire. Pronto te darás cuenta que el trabajo es como una pelota de goma, que si la dejas caer, rebotará y regresará. Pero que las otras cuatro pelotas son frágiles, casi como de cristal. Si dejas caer una de estas, irrevocablemente saldrá astillada, marcada, mellada, dañada e incluso rota. Y nunca volverá a ser igual.
Debes entender esto: apreciar y esforzarte por conseguir y cuidar lo más valioso. Trabaja eficientemente en el horario regular de oficina y deja el trabajo a tiempo. Dale el tiempo requerido a tu familia y a tus amigos. Haz ejercicio, come y descansa adecuadamente. Y sobre todo… crece en vida interior, en lo espiritual, que es lo más trascendental, porque es eterno.
La vida del CEO
El directivo debe encontrar ese equilibrio entre los dos aspectos de su vida para conseguir que esa conciliación entre trabajo y familia sea una tarea sencilla de hacer. Lo complicado no está en llevarla a cabo, sino en ser consciente, de que cómo en todo, también la vida es un asunto de prioridades. El trabajo es importante para lograr un bienestar que te permita poder vivir, pero más importante resulta aún saber decir NO a tiempo, con el fin de que el trabajo no se convierta en el único motivo que de sentido a la vida.