«Lara fue un hombre visionario, muy trabajador y de gran simpatía»

Laura Martín | 4 de febrero de 2015

«Una persona con gran visión de futuro, con una gran habilidad para construir equipos eficientes y capaz de desarrollar proyectos exitosos», así define el director de La Razón, Francisco Marhuenda al presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara Bosch fallecido el pasado sábado.

Su gran capacidad de liderazgo, espíritu emprendedor, visión para innovar en los negocios, y una extraordinaria vitalidad le llevaron a convertir al Grupo Planeta, bajo su dirección, en uno de los grupos multinacionales más importantes del mundo.

A pesar de contar inicialmente con una estructura de capital íntegramente familiar, se situó entre los ocho primeros grupos editoriales de occidente y en un gigante de la comunicación en España.

Parte del triunfo de un líder como Lara recae en su serenidad, mente abierta y capacidad  de escucha, “le podías llevar la contraria, él escuchaba y luego tomaba la decisión adecuada, como es normal. Pero era una persona muy abierta a escuchar opiniones”, afirma Marhuenda en declaraciones exclusivas a Canal CEO.

“Un buen gerente es aquél que se rodea de un equipo óptimo, el mal dirigente es el que se cree un genio y se rodea de un mal equipo”, añade. Y Lara, se caracterizó también por rodearse de un equipo apropiado y tener un trato próximo y afable con los demás.

[pullquote]“Le podías llevar la contraria, él escuchaba y luego tomaba la decisión adecuada, como es normal. Pero era una persona muy abierta a escuchar opiniones”[/pullquote]

Precisamente fue gracias a la formación recibida por sus padres, José Manuel Lara Hernández y María Teresa Bosch Carbonell, la experiencia adquirida a lo largo de su carrera profesional, y el conocimiento del mundo de la comunicación y el universo editorial lo que propiciaron su gran labor al frente de Planeta. «Se preguntaba cada día qué había hecho bien y qué había hecho mal, y eso lo dice todo», sostiene el presidente del Grupo La Caixa, Isidro Fainé.

Desde su nombramiento como Presidente en 2003, tras la muerte de su padre, Lara Bosch adquiririó también la presidencia de Atresmedia. Apostó siempre por la expansión y diversificación de la compañía hacia otros horizontes, llegó a instalarse en Latinoamérica y en Francia a través de Editis, convertido en el segundo mayor Grupo del país galo.

«Lara pudo llevar a cabo esta gran transformación porque supo moverse desde el olfato como editor y la inspiración para los negocios hacia la utilización de la tecnología como elemento clave en la gestión de una gran empresa», expresa Fainé.

Fue un líder muy comprometido con la sociedad y la cultura, que fomentó mediante la Fundación José Manuel Lara, impulsada por su progenitor en 1992, «desde pequeño aprendió a amar los libros y la lectura» y según Marhuenda en su liderazgo “no se le conocen enemigos, era muy querido por los escritores, a los que cuidó y les ayudó muchísimo”, declara.

Así mismo, con motivo de su actividad empresarial recibió múltiples reconocimientos y condecoraciones, tales como la distinción de Hijo Adoptivo de la ciudad de Sevilla, por su apoyo a la cultura y su contribución a instituciones relacionadas con la sociedad civil. En definitiva, según el director del diario La Razón, “era muy simpático, muy próximo y nada estirado, todo lo contrario, muy directo, muy cariñoso y con un gran sentido del humor”.