

No son muchos los directivos que hablan de su marca personal, de lo que transmiten a los demás, ya que muchos ni siquiera lo saben… sin embargo José Luis Hernández Salvador con mucha naturalidad, sin sofisticación… demuestra pertenecer a ese reducido grupo, ya no de CEOs, sino de personas, que se conocen a sí mismos y que intuyen cómo les percibe su entorno.
El CEO de Carlin sugiere que lo que él proyecta a su entorno “es algo que sucede automáticamente” y sabe ver el personaje que representa “veo como me ven los demás”.
El fundador y máximo ejecutivo de esta empresa franquiciadora se ve diplomático, tolerante, generoso y con un objetivo en su relación con los demás, que suponemos que le define como persona: “Lograr que la otra persona no abandone la reunión sin haber expresado lo que siente”.
Marca Personal del CEO
En nuestras conversaciones con expertos y directivos sobre personal branding aparece frecuentemente la palabra autenticidad, a veces confrontadas, y las más, como conceptos complementarios. Hernández Salvador tiene una visión especial sobre qué es ser auténtico y dice que es “no cesar en buscar dentro uno mismo, no hay que buscar fuera”.
El directivo continua la argumentación con la siguiente frase: “Si yo me conozco bien, lo que padezco, mis carencias, mis prejuicios – todos tenemos prejuicios que son como moscas – podemos rechazar todo lo negativo y evitar que tome forma y nos perjudique”.
Los pensamientos del CEO de Carlin nos hace recordar lo escrito por Javier Cantera, presidente del grupo BLC: “La filosofía del branding personal se basa en que toda persona tiene una marca, porque todos tenemos un «don único» y una motivación distinta en la vida. Nuestra felicidad y éxito en la vida -como dice Frost- se basa en adecuar nuestros dones y motivación con nuestro quehacer profesional”.
En España pareciera que todavía no estuviera bien visto el hecho de que un ejecutivo quiera dar a conocer su nombre, y quiera asociarlo a un concepto, aunque todos lo hagamos sin saberlo. Todos queremos ser recordados por nuestro entorno, ya sea personal o profesional, de una manera concreta, y actuamos en la dirección adecuada para conseguirlo, eso, es trabajar en una marca personal, y ese “epitafio” que nos gustaría que coronara nuestro descanso eterno, es el debería ser el eslogan de nuestra marca.