Laura Martín | 22 de enero de 2015
“Antes mi madre me decía: acábate la comida que hay muchos niños esperando para poder comer. Ahora yo les digo a mis hijos: acabad vuestros deberes que en China e India hay muchas personas esperando por vuestros trabajos”, afirma el presidente de 2C Casado Consulting, José Manuel Casado. La nueva era digital ha impuesto un nuevo paradigma en cuanto a las tecnologías dentro de la empresa. La globalización y el amplio mundo que ofrece Internet han creado un espacio sin fronteras en el que la gestión del trabajo está en continuo cambio. Además, ha aumentado la competitividad de las empresas en un entorno global.
La transformación de la era digital es evidente. De ello se habló el pasado día 21 en el evento «el impacto en la UE de la globalización y cambio en las organizaciones» celebrado en la sede de la Comisión Europea en Madrid. Pero realmente, ¿hablamos de una época de transformaciones o de cambios de una época?. Para dar respuesta a esta pregunta, las empresas tienen que analizar si poseen las competencias necesarias para adaptarse a esta nueva etapa. Así, el director general de LIDlearning, Luis Lombardero afirma que “tenemos que hablar no de competencia si no de colaboración para generar un ecosistema empresarial”.
Las grandes organizaciones y multinacionales deben formarse en el ámbito de las tecnologías, deben dejar de ser empresas “rancias”, deben mirar más hacia fuera y hacia las personas. «Formar líderes y crear comunidad, son algunos de los retos de RR.HH» asegura Carlos de Benito, socio de Interlaboris. Un ejemplo de empresa que está invirtiendo en su formación en TIC’s es Ferrovial, que está estudiando la incorporación de drones y robots en sus planes y estrategias de actuación.
Por tanto, deben quedar a un lado las fronteras, ya que hoy vende más la persona, su talento que la propia empresa. “Ahora prevalece el ‘yo S. L.’, se vende la persona y hay que especializarse”, declara el director de Computer World University, Marlon Molina.
Hoy, una persona puede trabajar en tres compañías a la vez de diferentes países, por consiguiente, el CEO puede tener empleados en cualquier parte del planeta. Pero, en materia legislativa queda mucho por avanzar, “es el fin de las fronteras y sin embargo la legislación sigue hablando de ellas”, añade.
Cuando se comenzó a hablar de la arroba y el punto com nos pareció algo innovador, pero la realidad es que el avance de las tecnologías va mucho más rápido que nuestro propio estudio y entendimiento de las mismas. Cuando nos empezamos a adaptar a un sistema aparece otro nuevo, y así sucesivamente. Por ello, las empresas tienen que estar en alerta de cada cambio y sobre todo tener la mentalidad abierta a nuevas formas de liderar, gestionar y trabajar en este mundo global.