Las cestas de navidad se modernizan

Diego Posada| 13 de octubre de 2015

Los pimientos del año pasado eran mejores. Antes ponían un vino blanco bueno, este sólo me vale para cocinar. A ver cómo narices llevo esta cesta en el bus. No entiendo por qué ponen champagne, saben que aquí somos más de cava.


Desde hace años los regalos de empresa, casi siempre cestas, son uno de esos episodios que se puede atragantar a cualquier dirección. Se cuentan por decenas los ejemplos de regalos poco acertados que han minado la relación entre un equipo y sus líderes cuando buscaban estrechar vínculos. Por eso, es importante prestar atención a qué regala la empresa y cómo lo hace.

La crisis ha hecho que descienda el número de empresas que apuestan por este vínculo con el trabajador.  Aun así, y según un estudio de la compañía DaWanda, el 89% de los españoles reconoce que le gustaría recibir un detalle por estas fechas. Comunidades como Castilla León o Castilla La Mancha son las que más valoran estos obsequios.

Y para muestra de ese interés, los datos de Google. En diciembre de 2014 el concepto cestas de navidad, que data del siglo XIX, registró más de 40.000 búsquedas en este buscador. Si la crisis hizo disminuir algo el mercado, los años han hecho que se especialice. Atrás quedan las cestas de mimbre repletas de productos que, en ocasiones, nadie abría. Ahora se buscan propuestas con un toque de distinción como el que puede aportar una bebida Premium o de intención solidaria, como los productos de comercio justo.

El futuro pasa por personalizar

Los departamentos de recursos humanos cada vez se enfrentan a equipos más diversos por la edad, el nivel formativo, la procedencia… Parece obvio que, al igual que hay diferentes planes de desarrollo profesional o de retribución, incentivos como el navideño tengan una orientación individual. En este sentido, propuestas como Ticket Regalo de Edenred cada vez tienen una mayor penetración. Son varias las ventajas que acompañan a esta modalidad. La primera es esa personalización, ya que cada usuario escoge el regalo que desea. El grado de satisfacción aumenta aunque el dinero aportado por la compañía sea el mismo. La segunda, la facilidad para adquirir el obsequio. El ticket se puede canjear en cualquier establecimiento que acepte pago con tarjeta Mastercard, que funciona como una tarjeta de débito al uso.

Por otra parte, las compañías pueden controlar mejor el presupuesto y simplificar su gestión, ya que sólo se encargan de la contratación del servicio de tarjetas. Atrás quedan los problemas con el almacenamiento o con los plazos de entrega del producto. Además, no tiene por qué darse el mismo gasto con cada uno de los trabajadores. La personalización es mayor y así, todos ganan.