Big Data: los 4 ojos del directivo

Laura Martín | 23 de abril de 2015

El 50% de directivos y responsables de empresas no tienen ni idea de cómo sacar el máximo partido del “Big Data” y un 21% confesó que ni siquiera lo intenta, según un estudio realizado por Iron Mountain. La información es el nuevo petróleo del siglo XXI. La tecnología nos ha permitido el tratamiento de la información de una forma diferente, ya no hace falta tener montañas de carpetas y papeles apilados con millones de datos de la empresa que al final sólo acumulan polvo.

El Big Data ha revolucionado desde unos años el análisis y clasificación de datos, además su almacenamiento a través de la nube permite a las empresas guardar millones de datos de fácil acceso. «Lo que hacemos con la información es tratarla como una materia prima, como si fuera un bosque, lo que hacemos es coger los árboles y transformarlos para poder hacer muebles. Lo importante es dotarse de las herramientas para poder hacer un cribado de la información, tener unos indicadores estables y poder seguir su evolución», explica Iván González, responsable de Big Data de Turismo de Madrid.

El directivo necesita adquirir mayor cultura de datos y de seguir estrategias basadas en la información interna y externa que afecte al sector. Hay que tener en cuenta que la información siempre aporta un mayor conocimiento que le servirá para la gestión diaria de la compañía. Según el autor de «Big Data para directivos», Albert Solana: «Si normalmente se toman decisiones basadas en datos de estudios que se realizan cada tres meses, si su propia empresa se generase esa información de forma semanal se podrían tomar decisiones de forma mas rápida y con datos mas actuales, lo que sería más eficiente».

A pesar de poseer grandes montañas de información, la realidad es que esos datos pueden no ser correctos, es decir, no estar ajustados a la actualidad del momento o estar tan sólo viéndolos desde una perspectiva. «Imaginemos una casa. Puedes verla desde diferentes ángulos, pero si tú solo la ves desde un ángulo frontal te estás perdiendo la realidad de esa casa. Muchas veces ocurre que se toman decisiones sin valorar la realidad desde una multitud de ángulos«, afirma I. González.

Así mismo, es muy importante que el directivo desarrolle su capacidad crítica y de relación de datos. Esto le permitirá que una información que a priori puede no tener que ver con los datos que está manejando le sirva para crear una variable de información que pueda ser positiva para la estrategia de la empresa. Por ejemplo, en un estudio sobre consumo realizado en supermercados se observó que colocando las cervezas en el estante de al lado de los pañales se disparaba la compra de cerveza. Esto era a causa de que los padres con bebés consumen más cerveza en sus hogares que en los bares, fuera de su casa.

Los datos son la clave para conocer todo sobre una compañía, el comportamiento o los gustos de sus consumidores o clientes. Esto aporta valor y permite poder ofrecer un mejor servicio. Geoffrey Moore, autor y consultor experto en gestión decía que “sin análisis de Big Data las empresas están ciegas y sordas”.