Romper la brecha de género en ciertos sectores es una cuestión de educación y de política empresarial

Por Consuelo Castilla, Presidenta y fundadora de AdQualis | Resulta evidente que a lo largo de la historia el papel de la mujer en el desarrollo científico y tecnológico ha sido subestimado y limitado. Hasta no hace demasiado tiempo, las mujeres tenían el acceso a la educación restringido y, por consiguiente, su capacidad para formarse y desarrollarse profesionalmente ha sido menor.

A pesar de esto, las mujeres han contribuido significativamente al desarrollo de la ciencia y la tecnología en todo el mundo. Prueba de ellos son los avances científicos de físicas como Marie Curie con sus estudios sobre radiactividad o los descubrimientos de Hipatia de Alejandría en matemáticas y astronomía. Estos hitos científicos han dejado patente el potencial de la mujer en el mundo tecnológico a pesar de los obstáculos.

Es una obviedad que hombres y mujeres necesitan tener acceso a las mismas oportunidades y que, a pesar del camino recorrido, existen campos donde la brecha de género es aún notable. Y es que no podemos olvidar que el crecimiento global de todos los sectores requiere de la suma de habilidades de ambos géneros. Este mix es la clave para el enriquecimiento de las plantillas y, por lo tanto, para el éxito de las organizaciones.

El crecimiento global de todos los sectores requiere de la suma de habilidades de ambos géneros

El camino de la igualdad

Por los motivos detallados anteriormente, la presencia masculina en ciertos sectores del ámbito laboral es muy superior a la femenina. Esto se ha traducido, junto a otros factores sociales y culturales, en desigualdades que han limitado el desarrollo y el progreso de la mujer en la empresa, dando lugar a unos techos difíciles de romper y a una serie de trabas que limitaban las capacidades y los logros de las mujeres en todos los campos.

Afortunadamente, en los últimos años se ha avanzado mucho en términos de igualdad, pero todavía queda mucho trabajo por hacer. En este aspecto, si observamos los datos arrojados por la última Encuesta de Población Activa a datos de enero de 2023, observamos que el desempleo en mujeres el último trimestre de 2022 se sitúa en 1.623.000, una cifra más elevada que el desempleo de hombres que alcanza los1.401.000.

Otro aspecto donde continuar trabajando es la escasa oferta de perfiles que encontramos en sectores del ámbito STEM, por sus siglas en inglés, los referidos a ciencia, tecnología y matemáticas y en campos como la ingeniería.

Según la UNESCO, en 2022 solo el 35% de los estudiantes matriculados en carreras vinculadas a las STEM en la educación superior son mujeres.

Innovación y talento femenino

Asimismo, según datos del INE, en España en 2021-2022, los estudios que presentaban un mayor número de mujeres eran los estudios que corresponden a Ciencias de la Salud (71,8%), y en segundo lugar a Artes y Humanidades (62,7%). Sin embargo, según el informe CYD 2021-2022, las mujeres representan el 36% del alumnado en las titulaciones del ámbito STEM, cuando en general suponen el 56% de las matriculadas en la Universidad Española. Datos de este mismo estudio apuntan que las mujeres representan en torno a un 16% de los graduados en las ingenierías de informática, eléctrica y mecánica.

Ante esta realidad, no cabe duda de que a pesar de que distintas administraciones, tanto estatales como internacionales, promueven el aumento de estas vocaciones, se observa una carencia notable en la generación de talento STEM que es necesario subsanar. Las carreras en ciencia y tecnología están en constante crecimiento y son una fuente importante de empleo y desarrollo económico. Si las mujeres están subrepresentadas en estas áreas, se pierde una fuente valiosa de talento y se limita el potencial de innovación y progreso económico.

Además, la brecha de género en la ciencia y la tecnología también se refleja en la brecha salarial y de oportunidades de carrera. Las mujeres que trabajan en estas áreas suelen ganar menos que sus homólogos masculinos y enfrentan barreras para ascender en la jerarquía corporativa. Según datos del último informe Global Gender Gap 2022, la brecha salarial de género en España es del 28,21%. Este estudio apunta que, si la igualdad de hombres y mujeres continúa avanzando a la velocidad actual, tendrían que pasar 132 años para alcanzar la paridad total. España ocupa el puesto número 17 del mundo en cuanto a paridad de género (su puntuación es de 0,788 sobre 1, donde 1 es la paridad completa). Para remediar esto es necesario establecer políticas sociales y de justicia en las empresas que permitan acceder a todo tipo de puestos directivos para ambos géneros.

Si la igualdad de hombres y mujeres continúa avanzando a la velocidad actual, tendrían que pasar 132 años para alcanzar la paridad total.

Dando visibilidad a los referentes STEM

Todas estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de continuar trabajando con la misma intensidad que hasta ahora, para visibilizar aquellos perfiles femeninos en el ámbito STEM y poder así crear referentes en todas las etapas educativas.

En este sentido, la educación que se recibe desde edades tempranas tiene que motivar a niñas y adolescentes a cursar este tipo de estudios. Para ello es necesario establecer políticas educativas que atraigan a las mujeres a carreras del ámbito STEM.  Para lograrlo, es importante reconocer y valorar el papel de las mujeres en el desarrollo científico y tecnológico a lo largo de la historia. Aunque la contribución de las mujeres en la ciencia y la tecnología ha sido a menudo ignorada y minimizada, su presencia y su influencia en estos campos es indudable.

Para finalizar me gustaría destacar que resulta imprescindible continuar avanzando en términos de igualdad. Esta será la clave para conseguir un mercado laboral y, por ende, una sociedad más justa, inclusiva y equitativa.