¿Líder yo? No, gracias

Es una pregunta curiosa que nos envuelve a día de hoy que tanto se habla acerca del liderazgo actual y de su importancia en los complejos momentos que estamos viviendo.

Todos sabemos que cualquier país o empresa, por pequeños que sean, precisan de un líder que los guie.  Perfiles de liderazgo que detectamos como muy lejanos.  Lo que muchos no imaginan es que a la mayoría de nosotros se nos exige actuar como líderes en algún o algunos ámbitos de nuestras vidas.

En casa, por ejemplo.  Los que tenemos  hijos.  Somos su referente, el guía y el ejemplo a seguir.  Incluso nuestras mascotas necesitan de un líder.

Por ello, deberemos detectar nuestras respons-(h)abilidades (Habilidades de respuesta ante una demanda) y conocer nuestros límites para poder dar la respuesta adecuada a quienes esperan de nosotros cualquier ayuda.

¡Sí, señores! El mundo necesita líderes en cada hogar y dependerá de cada uno de nosotros el resultado del buen funcionamiento de nuestras familias.

¿Y qué ocurre si no lo hacemos?

Para empezar, deberéis saber que nuestro desconocimiento acerca del liderazgo doméstico ha sido bien detectado por algunas productoras de televisión del que están sacando buen provecho, elaborando programas con interesante audiencia como Supernanny (donde una especie de Mary Poppins pone en orden la conducta descontrolada de nuestros hijos), Hermano mayor (en la que un ex-deportista de élite que hurgó los bajos fondos, consigue encauzar adolescentes agresivos)  o  el Encantador de perros (protagonizado por César Millán quien se ha hecho rico y famoso por “coachear” como buenos líderes a propietarios de perros dentro de la unidad familiar a la que pertenecen).

¿Pero por qué triunfan estos programas de “coaching” televisivo?

¿Será porque creemos no poseer los recursos necesarios o las habilidades mínimas inherentes a un líder como podrían ser: sentido común, capacidad de respuesta, proactividad y toma de decisiones? ¿Por comodidad? ¿O quizás será porque nadie quiere asumir la posibilidad de equivocarse (es mejor delegar a otros esa fortuna, así nunca podrán acusarnos de cualquier error que podamos cometer)?

Sea el motivo que sea, quizás llegó el momento de actuar como verdaderos líderes de nuestras familias, en lugar de mirar a través de la televisión qué ocurre en casa de los demás,  sin ni siquiera pensar que mañana podríamos ser nosotros los tristes protagonistas del próximo capítulo.

Núria Soler

Mentora en liderazgo y creación de equipos de alto rendimiento

Directora – fundadora Alter ego Sports & Business Training