La transformación radical del talento digital y su impacto en la cuenta de resultados

La transformación digital ha revolucionado por completo los perfiles profesionales necesarios para conducir una compañía hacia el éxito o, simplemente, para poder sobrevivir en el mercado. Sin embargo, no todas las empresas han abrazado el cambio a la misma velocidad y con la misma efectividad.

Una tribuna de Luis Fernando Rodríguez, CEO de Watch&Act

Esto es, en buena parte, debido a la obsolescencia de los conocimientos tecnológicos de sus plantillas, que en muchos casos han desarrollado su carrera en puestos sin competencias digitales y necesitan adquirir las nuevas habilidades que requieren los negocios en los tiempos en que vivimos.

Las necesidades de reacción son urgentes y el impacto competitivamente crítico.

«La transformación del talento de la propia compañía es una acción radicalmente crítica, y en ese camino es imprescindible abordar el cambio cultural»

La tecnología: el motor del cambio

Según un estudio de verano de 2022, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), el 83% de las organizaciones admite que tiene carencias en capacidades y competencias tecnológicas que le impiden abordar los proyectos de transformación en los plazos necesarios y con la calidad requerida. Por otro lado, los profesionales que sí disponen de las skills digitales y técnicos que necesitan las empresas son escasos y están muy solicitados. Además, perfiles como los ingenieros de AI y Machine Learning, los arquitectos de Cloud y los científicos de datos, pecan de una rotación insostenible y difícilmente gestionable por las empresas, que sufren un impacto claro en su competitividad por este motivo.

La demanda de profesionales digitales es tan transversal y general que supera con creces a la capacidad de respuesta del talento competente, y no resulta fácil atraer y reclutar el talento digital que precisan las organizaciones. Sin embargo, ese talento es tan necesario y urgente, que no tenerlo afecta directamente a la cuenta de resultados de las compañías, pues de él depende su productividad, su posicionamiento frente a la competencia o el aprovechamiento de las nuevas oportunidades que les brindan las tecnologías y el mercado, entre otros aspectos. En definitiva, incluso afectan a sus capacidades de sobrevivir.

Por ello, la transformación del talento de la propia compañía es una acción radicalmente crítica, y en ese camino es imprescindible abordar el cambio cultural inherente al proceso de transformación, definir una hoja de ruta, abordar las resistencias y conocer cómo afecta a su activo más sensible: las personas, que deben estar concienciadas de que la tecnología es el motor de la empresa, sin el cual no puede afrontar los desafíos del presente y el futuro.

Los CEOS, a favor del cambio

La buena noticia es que, según diversos estudios, los directivos son especialmente proclives al cambio y conscientes de la necesidad de acometer un reciclaje profesional digital general (reskilling) para integrar las tecnologías emergentes dentro de las organizaciones.

En definitiva, es fundamental actualizar los conocimientos de los equipos actuales mediante acciones de formación en competencias digitales adaptadas a sus necesidades y a las de la compañía. Las tres prioridades deberían ser, en primer lugar, el reskilling/upskilling en tecnologías relacionadas con la ciencia del dato (AI, Machine Learning, IoT); en segundo lugar, entender qué aportan estas tecnologías al negocio actual y cómo ayudan a la toma de decisiones; y, por último, el reskilling tecnológico básico de directivos y mandos intermedios, que deben ser los embajadores de la transformación digital de la organización.

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Nuevos modelos de aprendizaje

Para alcanzar este objetivo existen proveedores de servicios que se adaptan a las necesidades de las organizaciones y les permiten diseñar itinerarios formativos especializados y adaptados a los requerimientos de cada empleado.

Una de ellas es Udacity, una plataforma que ofrece formación online en tecnologías emergentes con foco en la experiencia, y que cuenta con programas destinados al reskilling de la fuerza laboral interna, tanto de empleados como de directivos. Su fórmula de aprendizaje basada en nanogrados, que desarrollan proyectos reales, en digitalización en español, para los casos donde el inglés es un hándicap insalvable, está teniendo un considerable éxito, con una tasa de certificación muy por encima de los programas tradicionales y un resultado reconocido a nivel global, en apenas tres o cuatro meses. La clave está en la formación flexible, compatible con otras ocupaciones, con clases online, con tutores disponibles 24/7 que tiene cada estudiante asociados a su aprendizaje y contenidos adaptados al nivel de los alumnos y sus necesidades de conocimiento.

La transformación digital no es una moda

Cuando hablamos de transformación del talento humano hablamos de una transformación radical, un cambio contra el que podemos encontrar resistencias pero que, al fin y al cabo, condiciona, en la misma medida, la supervivencia de las empresas y la de de los profesionales en el mercado laboral, tanto los que ocupan un puesto sin competencias digitales como los que buscan una nueva oportunidad.

La transformación digital no es una moda, es un cambio de paradigma y de modelo empresarial que está aquí para quedarse. Recuerdo cuando las gasistas en EEUU hacían campañas diciendo: “la electricidad es un peligro para su salud, introduzca sus dedos en los enchufes y lo comprobará”…. el resultado ya lo sabemos… La digitalización es igual: nada en la empresa, sin tecnología aplicada, nadie sin capacitación mínima en esta dirección..

Las empresas deben acometer sin demora el cambio hacia una mentalidad digital generalizada y uniforme en sus organizaciones, y no podrán conseguirlo sin la adecuada capacitación (a diferentes niveles) de su activo principal y más crítico: las personas.