Juan Carlos Cubeiro: «El liderazgo no se improvisa»

El autor y experto internacional en talento, transformación y liderazgo, Juan Carlos Cubeiro, analizó en el quinto Desayuno Canal CEO del año cómo operan las organizaciones Tecno Talento Céntricas y cuales son las dinámicas más utilizadas para multiplicar el valor de su mayor activo a través de la tecnología. El encuentro, celebrado en el auditorio de la Universidad La Salle-URL, en formato presencial y en streaming para más de 200 directivos, contó con el apoyo de Northgate Renting Flexible, Nacex y Number16 School.

El cerebro es el órgano más fascinante del ser humano. Tiene un sistema inalámbrico para la comunicación entre neuronas: olas de información recorren el sistema nervioso a gran velocidad a golpe de veloces impulsos, conexiones y transmisión continua de información. Sobre todo en el caso de nuestro último protagonista, Juan Carlos Cubeiro.

Decenas de conceptos nos bombardearon, inspiraron y nos abrieron a nuevas perspectivas: la de las nuevas organizaciones Iroman, aquellas que gracias a la creación de valor de sus individuos, no serán sustituidas por la tecnología, sino que se verán potenciadas por ella y la utilizarán como trampolín para la innovación, la competitividad y crecimiento.

Llegan los Desayunos Canal CEO flexibles. Si no pudiste acompañarnos en esta cita, ahora gracias a Northgate Renting Flexible, puedes volver a disfrutar de este encuentro íntegramente en diferido. Accede aquí a la entrevista con Juan Carlos Cubeiro

Las organizaciones Tecno Talento Céntricas

España ocupa el puesto 47 en el ranking de calidad directiva, según el Foro Económico de Davos. Un dato crítico si valoramos el actual contexto empresarial: una lucha encarnizada por el recurso más escaso para abordar con éxito el actual proceso de transformación. Y es que, como advertía Tom Peters, los profesionales no se van de las empresas, sino de los malos jefes. Es necesario poner la figura del líder y su misión en la empresa bajo lupa.

Para Cubeiro, la primera misión del líder en no desmotivar al equipo. Y para ello, es necesario incluir dentro de las dinámicas corporativas la dieta del aprendívoro. O lo que es lo mismo, convertir cada reto o tarea en una aprendizaje.

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Esta sed de curiosidad que será clave en el siguiente paso: la transformación digital de los procesos y de la cultura corporativa. «La transformación digital si no lleva a la transformación cultural lleva al digiticidio, lo que hace necesaria la inversión en este proceso corporativo y la ejemplaridad del los líderes a la hora de ponerlo en marcha», explica el experto.

Juan Carlos Cubeiro

Más aún, solo desde la ejemplaridad del líder podremos construir auténticas organizaciones Tecno Talento Céntricas basadas en:

  • Generar una experiencia de talento desde el respeto, desde la diversidad, diferente y enriquecedora, sin penuria. 
  • Poner al talento en el centro y emplear la tecnología en aquello que puede hacer de forma más eficiente.
  • Liderar desde la tecnología aprendiendo.

En la pirámide de la gestión del conocimiento Los datos y la información te los proporciona la tecnología, pero el conocimiento y la sabiduría y el expertise te la tiene que dar el ser humano.

La felicidad, el factor multiplicado 

Creando una experiencia de talento, los profesionales rinden más. Porque pese a los avances tecnológicos, el talento sigue siendo insustituible: solo desde el valor nace la creatividad, la inteligencia emocional y la intuición para tomar decisiones. Entonces, ¿por qué no todas las compañías ponen a la persona en el centro?

«Antes el coronavirus existía el paradigma de o ganas dinero o eres feliz. Está demostrado que la gente feliz genera el triple de creativa. Si la creatividad, aprovechando la tecnología, te hacer ser innovador como compañía, entonces necesitas gente feliz.

No hay que olvidar que el primer impacto en la felicidad laboral es tu líder, por lo que «si no da buen ejemplo y practica las soft skills podemos repeler el talento y la gente valiosa no va a querer trabajar con nosotros».

El caudal de alegría es el caudal de productividad. Sólo en la crisis del 2008, logramos mejorar este indicativo a base de despedir gente. Pero hacer lo mismo con menos gente es productividad engañosa. Eso no es imaginación, equipo, eso no es servicio al cliente.