El liderazgo efectivo de FIEDLER

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Gestionar un equipo, no tenerle miedo a los cambios, tener iniciativa, comprender el entorno que le rodea y sus circunstancias o esforzarse al máximo en cada proyecto, son algunas de las características que deben reunir los buenos líderes. Sin embargo, su éxito o efectividad también se verá influenciada por la situación en la que se encuentre y la relación con sus subordinados.

Según la teoría de la Contingencia de Fred E. Fiedler, el hecho de que la negociación sea efectiva o exitosa dependerá de la interacción o relación del líder con sus subordinados y el control o influencia que tenga sobre la situación.

Fiedler y sus asociados desarrollaron el cuestionario del Compañero de Trabajo menos Preferido (CTMP) o Least Preferred Coworker (LPC) con el objetivo de medir la evaluación de los colaboradores y comprobar si una persona está orientada a las relaciones o a la tarea. Este informe contiene 16 conceptos antónimos, como eficiente-no eficiente, apoyador-hostil, abierto-retraído, entre otros, para que los entrevistados describan a los compañeros de trabajo con los que hayan disfrutado menos trabajando o con el que haya tenido más dificultades.

Por lo tanto, si un individuo percibe a su colaborador de forma relativamente favorable, a pesar de las dificultades, es porque está orientado a las relaciones interpersonales. Mientras que si describe a su interlocutor en términos poco favorables, estará más orientado a la ejecución del trabajo o la productividad.

La conclusión de este análisis es que la conducta del líder dependerá de la situación o entorno que le rodee, y las variables situacionales que determinan esta circunstancia son:

  • Las relaciones del líder con los miembros del grupo: Se mide por el grado de aceptación que tengan los subordinados del líder. De la misma manera, también influirán aspectos como la confianza, el respeto y los sentimientos que tengan los interlocutores por su dirigente.
  • La estructura del trabajo o la tarea: Refleja la programación y asignación de las obligaciones, es decir, si los objetivos, las responsabilidades y los procedimientos están correctamente especificados.
  • La posición de poder: Describe la posición que le permite al líder influir en sus interlocutores para que se unan a él y acepten su liderazgo en todos los aspectos, como las contrataciones, los despidos, la disciplina o los incrementos de salario.

En este sentido, Fiedler relaciona las tres variables sosteniendo que cuanto mejor sean las relaciones entre el líder y sus interlocutores, mayor estructuración y especificación de las tareas y, por lo tanto, más fuerte será la posición de poder, aumentando así el poder y la influencia del dirigente sobre sus subordinados.