Diego Posada
21 de marzo de 2014
La psicóloga María Jesús Álava y su libro “Las tres claves de la felicidad” han protagonizado el tercer Desayuno Canal CEO, una iniciativa de APD, desarrollada en su sede, gestionada por Más Cuota y patrocinada por PortAventura Business & Events y SaxoBank. La cita tenía lugar apenas unas horas después de la psicóloga y autora presentara su libro dentro del Día Internacional de la Felidad.
Entrevistada por el periodista Juan Ramón Lucas, Álava explicó como para la elaboración del libro realizaron un estudio con 700 personas de las que extrajeron conclusiones interesantes. Entre ellas que la felicidad se basa en quererse bien, coger las riendas de la propia vida y, sobre todo, aprender a perdonarse.
Entre los datos del estudio destaca que la felicidad de la mujer ha ido descendiendo en la última década. Hace diez años era superior a la del hombre, hace cuatro igual y ahora se encuentra por debajo. Ana Rodicio, Directora General de AB Servicios Selecta España, y Antonio Pardo, CEO de Global Premium Brands, coincidían en que esos datos sobre la mujer tienen que ver con la cantidad de roles que aborda en su día a día la mujer. Otra conclusión es que en la estructura de la empresa los más felices son los autónomos, tanto empresarios como trabajadores.
Álava se cuestionaba por qué al hacer entrevistas los empleadores no buscan personas felices. Para la psicóloga tiene multitud de ventajas: motivan mejor, son más creativos, favorecen el buen equipo y acercándolo a la productividad tienen un nivel de absentismo mucho más bajo.
Cómo mejorar el ambiente del entorno laboral fue otro de los temas a debate. Alfonso Morodo, Socio de Global Premium Brands, aseguraba que hay que saber distinguir en la orientación que se da a este tipo de acciones, ya que el trabajo debe encaminarse a producir valor. Guillermo Galey Arco, Director General de SaxoBank, insistía en que eso es posible en la medida en que los pequeños detalles que mejoran la vinculación interna van unidos a una mayor contribución del trabajador.
Lo que el equipo necesita
Esa productividad que va ligada a la motivación fue otra de las claves del desayuno. Para Álava es incuestionable como se contagia la actitud del que lidera. Para ello es necesario “coherencia entre lo que dices y lo que haces” y un conocimiento de las personas que nos rodean, “al final cada persona tiene un punto por el que le puedes entrar». Belén Madrid, Directora MICE de Port Aventura Bussiness&Events, explicaba como en muchos momentos hay que saber combinar la función más operacional con el acercamiento al equipo para que este pueda caminar en el rumbo que se trabaja desde la dirección.
En este sentido, tanto Raquel Larena, Directora de Marketing y Comunicación de Ranstad, como Juan Ramón Lucas recordaron la última campaña de esta empresa donde se reivindica que las personas son algo más que los datos que contiene un currículum. Larena señalaba la necesidad de que la persona encajara en la cultura de la empresa.
Se busca: CEO adecuado
La búsqueda del equipo equilibrado y que funciona pasa también por dar con un director de orquesta apropiado. En las labores de selección que ha llevado a cabo Álava señala que siempre buscan “una persona generosa y con equilibrio emocional. Es necesaria una persona madura y que se enfoque hacia fuera, hay muchos directivos autistas”.
Varios asistentes destacaron que el CEO debe ser una figura con capacidad de ilusionarse por algo y que sepa transmitir. Una figura de tal relevancia no se sostiene si nada le preocupa. Álava sostenía que lo principal es el encaje personal y en la cultura de la empresa. Ante aspectos como estos el conocimiento técnico es importante pero no esencial.
Esa pasión por lo que hace unida a la claridad de ideas y la transparencia ordenan los equipos de tal manera que reduce el campo de acción a personas poco trabajadoras y que distorsionan la labor de las demás. Partir de unas premisas claras, tanto técnicas como emocionales, ratifica en la conducta a aquellos que reman en el mismo sentido que su líder y aminora las posibilidades de boicot por parte de la parte del equipo más tóxica.