Diego Posada | 10 de octubre de 2016
aniel Abad Casanova es uno de los directores de orquesta españoles con más proyección de su generación. Actualmente es Director Titular y Artístico de la Orquesta de Cámara de la Comunidad Valenciana, con la que ha realizado numerosos conciertos con gran éxito de crítica y público. Con él hablamos sobre su labor y sobre las similitudes entre la gestión de una orquesta y la de un equipo en el ámbito empresarial:
– ¿Encuentras inspiración en las composiciones para realizar tu labor?
Por supuesto. Todas ellas son fuente de inspiración, cada una te descubre un aspecto nuevo y fascinante de la música o emociones y sensaciones diferentes. Siempre digo que la obra musical que más me gusta es la que estoy estudiando en ese momento y que dirigiré en el próximo concierto. Cada composición te traslada a un estado casi místico de interconexión con el compositor.
– ¿Qué ha aportado la música a la faceta más humana de tu labor?
Sin duda alguna, además de lo estrictamente musical, al ensayar y al dirigir estás gestionando, cohesionando y guiando un grupo humano. Hay en todo ello un aspecto psicológico y sociológico muy importante, y gracias a la música he podido interiorizar, disfrutar y aprender de culturas muy diferentes, y todas ellas te van enriqueciendo mucho a nivel humano.
– ¿Qué es lo más grato a la hora de dirigir un conjunto de personas? ¿y lo más ingrato?
Lo más grato es percibir de primera mano la enorme función social y la capacidad de emocionar a las personas que tiene la música por igual en cualquier parte del mundo. Como decía Benjamin Zander, “no hay éxito mayor que ver la ilusión y el brillo en los ojos de los músicos y el público tras cada actuación”. La música es un fascinante medio para tender puentes entre culturas y es capaz de sacar lo mejor de cada uno de nosotros.
Lo más ingrato tal vez sean las continuas despedidas de los fantásticos músicos y geniales personas con las que coincides en diferentes orquestas y proyectos musicales.
[pullquote]Como decía Benjamin Zander, “no hay éxito mayor que ver la ilusión y el brillo en los ojos de los músicos y el público tras cada actuación”.[/pullquote]
– En un gestor de equipos, jefe de una oficina o director de una orquesta, ¿Importa más la capacidad psicológica o su capacidad para ejercer la profesión de aquellos que ahora gestiona?
Ambas cuestiones, la musical y la psicológica están íntimamente relacionadas. El profundo conocimiento de la técnica, la orquestación, el estilo y la historia musical deben estar muy presentes en el Director de Orquesta, así como importante es también la capacidad de transmisión de estos conocimientos a la orquesta, la creación de un ambiente motivador y el ejercer de guía musical para plasmar tu idea de la obra desde el mayor de los respetos, la humildad y la exigencia. Se debe tratar de conseguir la mejor versión y el mayor potencial de cada uno de los músicos en pro de una gran interpretación musical de conjunto.
– Ha pasado por la dirección de diferentes orquestas ¿Cómo se consigue atraer a los músicos cuando no hemos tenido un desarrollo conjunto largo?
Con mucho entusiasmo, un gran conocimiento de la obra a interpretar y, aunque en periodo de tiempos cortos no siempre es fácil, tratar de extraer de cada orquesta ese sonido e interpretación musical que más se acerque a la idea musical que tienes preconcebida de la obra. Igualmente importante es saber escuchar con absoluto interés y poner en valor la propuesta musical de los instrumentistas con los que no colaboras habitualmente.
– ¿Por qué puede ser determinante el papel de un director de orquesta cuando un violinista o un contrabajista han repasado las miles de notas que componen una obra decenas de veces?
Es fundamental, desde el conocimiento, explicar el porqué un determinado pasaje el director lo concibe de una determinada manera y no de otra, así como hacer ver la importancia que tiene cada detalle y cada matiz en la interpretación de un solista o de una sección en el resultado y contexto general de la obra. Cada músico tiene su idea personal de la obra, pero es el director quien debe aunar todas esas distintas visiones musicales en una sola,.
– ¿Qué figuras te han inspirado en tu labor como director?¿Y libros?
Son muchos los directores que han inspirado mi carrera musical, pero si tuviera que citar varios, diría Claudio Abbado y Gustavo Dudamel. En ambos casos, además de por su excelencia musical, por la capacidad que tenía el Maestro Abbado y tiene hoy el Maestro Dudamel de convertir cada actuación musical en un acontecimiento humano, de trasladarnos a una dimensión social que va casi más allá de lo musical.
Respecto a los libros, diría que todas las biografías que leí de los grandes maestros de la Historia de la Música me mostraron grandes enseñanzas, y para reseñas más concretas recomendaría, entre otros, El Mito del Maestro, de Norman Lebrecht, El Diálogo Musical, de Nikolaus Harnoncourt , El Sonido es Vida: El poder de la Música, de Daniel Baremboim o El Arte de Dirigir la Orquesta, de Hermann Scherchen