Dentro de veinte años muchos puestos de trabajo se verán amenazados y sustituidos por máquinas. Las ganancias y la productividad de las compañías aumentarán, pues la probabilidad de que estos aparatos fallen es mucho menor que en los humanos. Sin embargo, nada podrá sustituir a aquello que hace humana a una empresa, las personas. Tim Leberecht, orador y consultor, apuesta por el «negocio romántico», caracteriazado por diseñar organizaciones y lugares de trabajo que apuesten por la autenticidad en lugar de la eficiencia. Leberecht propone cuatro principios para la construcción de organizaciones hermosas.