Amigos y socios, ¿cómo encontrar el equilibrio perfecto?

Ser amigos y socios a la vez puede influir en la manera de gestionar una compañía. Noam Wasserman afirma en su libro “Los dilemas del fundador”, que una empresa gestionada por amigos tiene un 28,6% posibilidades de fracaso porque se tiende a obviar los problemas del negocio, tomando decisiones que vienen influenciadas por los vínculos afectivos. Conocemos grandes casos como el de Google que pasaron de ser enemigos a crear el buscador más importante del mundo. O por el contrario, el caso de Apple, donde sus socios fundadores, Steve Wozniak y Steve Jobs, se separaron.

Según Noam Wasserman, el 40% de las startup están formadas por amigos. El autor afirma que estas compañías tienen más problemas para poder mantener la amistad, pero al mismo tiempo resultan más estables. Entonces, ¿qué hacer si nuestra empresa está conformada por amigos? Wasserman plantea cuatro preguntas clave para que la compañía se desenvuelva adecuadamente.

¿Compartimos los mismos valores? El esfuerzo que ambos realicen deben ir enfocados a unos mismos objetivos empresariales.

¿Son compatibles nuestros hábitos de trabajo? El trabajo en equipo es uno de los pilares que sustentan una empresa. Se trata de capacidad de trabajo para que sea justa y pareja.

¿Cuáles son nuestras fortalezas y debilidades? Estos puntos pueden diferenciarse, por ello hay que hacer una previa visión de los mismos para poder trabajar conjuntamente.

¿Cómo haremos frente a los imprevistos? A veces pueden surgir dilemas, incluso morales, por ello es recomendable saber cómo los vais a resolver ya que es difícil compatibilizar dos puntos de vista opuestos.

Atikux, una empresa de decoración de hogar que trabajan con materiales tradicionales de Latinoamérica, es una de estas startup, dirigidas por amigas, que han podido crecer a pesar de este dilema. Amalia Fuenzalida, socia fundadora, encargada de los proveedores y clientes, cuenta que comenzaron vendiendo por Facebook, y hoy tienen su propia tienda, además de exportar sus productos a Europa. Para estas amigas “la clave está en definir bien los cargos y las tareas de cada una, tener buena comunicación y contar con el apoyo mutuo bajo cualquier circunstancia”, afirma Amalia.

En este sentido es importante saber qué no hay que hacer, en relación a los socios,  para que el negocio funcione. Unas claves que Fernando Trías de Bes cuenta en su obra “Libro negro del emprendedor”.

– Escoger socios sin definir criterios de elección relevantes.

– Montar una empresa con los socios cuando realmente puede prescindir de ellos.

– Ir a partes iguales cuando no todo el mundo aporta lo mismo; tanto en tiempo como en capital.

¿Qué sucede cuando se alcanza el éxito? ¿Aparece con la llegada del dinero? A muchos nos ciega este bien material, por lo que se recomienda dejar marcados los posibles escenarios a los que puede llegar compañía. Tanto si funciona como si fracasa, para que la amistad continúe. Conocemos el caso de Apple donde como cuenta Wozniak, “llegó el dinero y la personalidad de Steve Jobs cambió. Él quería ser ese tipo de persona importante a la que le gusta estar encima de todo. Yo simplemente me dedico a la ingeniería”.

La base principal reside en saber discernir la amistad de los negocios, pues como dijo John D. Rockefeller, “las amistades basadas en los negocios son mucho mejores que los negocios basados en amistades”.