El líder ejecutivo es una pieza indispensable en la comunicación y transmisión de objetivos entre la parte de una empresa que toma las decisiones y la que debe llevarlas a cabo. Se trata de un perfil que en las empresas debe solucionar las necesidades de los CEO o solventar problemas de forma eficaz, sin hacer perder al líder el tiempo que no puede emplear en monitorizar cada una de sus peticiones. Así, el líder ejecutivo debe tener la capacidad de ejecutar, elaborar, realizar, cumplir, verificar y tomar conclusiones de cada una de las acciones que se le encomiendan.
¿Cuáles han de ser las características de un líder ejecutivo?
Al menos hay cuatro cualidades necesarias que todo líder ejecutivo debe tener y por las que se le puede reconocer de forma clara.
- En primer lugar son analíticos, puesto que antes de abordar un asunto, un reto o un proyecto, el líder ejecutivo analiza minuciosamente y se asegura que puede llevar a cabo lo que se le propone. Verifica lo que se le pide y desarrolla las estrategias. Además elabora un mapa que le facilita el camino y la dirección adecuada. Tiene un gran autocontrol y maneja sus emociones. Es un individuo equilibrado y positivo.
- Asimismo, se trata de personas congruentes, es decir, que hacen lo que dicen sin dar rodeos. Dan en la diana. Y es que cabe recordar siempre que no es lo mismo liderar o dirigir personas que ejecutar proyectos y retos. El ejecutivo se limita a ejecutar algo concreto, pues está en sintonía con el proyecto y hará lo que sea necesario para llevarlo a cabo. Es un tipo de líder que concluye siempre y no deja nada a medias. Otro de sus valores para la empresa es que siempre actúa desde una conducta íntegra e irreprochable.
- Otra de las características, y quizá la más evidente para quienes le rodean, es que siempre muestra una alta motivación por el objetivo. En un 99% logra lo que se propone. No vacila en afrontar los desafíos que se le proponen y encuentra sentido en el hecho de tener a un líder por encima de él. Transforma los obstáculos en retos, en nuevas oportunidades. Nunca se olvida de cuál es su compromiso.
- Por último, hablamos de personas eficaces y eficientes. Tienen claro en todo momento el fin y ponen los medios necesarios para llegar al mismo con éxito. Nunca pierden de vista el final, no suelen cometer errores. Son líderes que trabajan en silencio, sin ruido y no permiten que se les interrumpan. Están plenamente concentrados en su propósito. Sin embargo, piden y comparten información si lo necesita. Del mismo modo, no pierde tiempo en justificarse ni en juzgar y acepta la realidad.
Carmen Sánchez | CEO de Intelema