El sentido del humor eleva el impacto de la comunicación, demuestra autenticidad, mejora el aprendizaje, facilita las negociaciones y aumenta a la resiliencia y la cohesión de los equipos. Si los beneficios son tantos… ¿Por qué no lo usamos más activamente? Sergio de la Calle, uno de los máximos expertos patrios en aplicar el sentido del humor en el management, profundizó sobre esta cuestión en nuestro último Desayuno Canal CEO.
El encuentro, celebrado en streaming en la Universidad La Salle-URL y respaldado por Nacex, Ibis Computer, Integra y Number 16 School, contó con la participación de más de 200 directivos.
Este desayuno ha tenido como objetivo principal reflexionar sobre cómo incorporar el sentido del humor dentro de la experiencia de empleado y dentro de las competencias del liderazgo en una época en la que esta fórmula de comunicación está en el centro de la controversia. ¿Es lícito reír en tiempos de crisis? ¿Es todo el humor aceptable?¿Debemos limitarnos a lo políticamente correcto? ¿El humor es fuente de censura en la sociedad actual?
«El humor es un gran vehículo para decir quién eres, qué piensas y en qué crees»
Los beneficios del humor
Decía Víctor Frank, superviviente de los campos de concentración, que «reír al menos una vez al día, a pesar de la situación, te recuerda que aún eres humano y da esperanza». Porque si hay algo esencialmente humano, es la sonrisa. Y si es parte de nuestra esencia, ¿por qué lo disociamos del mundo profesional?
La ciencia nos ha enseñado que el humor en el ámbito profesional tiene un impacto positivo: transmite mayor inteligencia, un mayor estatus superior y genera confianza. De hecho, en la realidad del día a día, integrar el sentido del humor dentro de las dinámicas de comunicación y gestión de personas es apreciado positivamente por los empleados y considerado uno de los atributos que más construyen a la hora de afianzarse como «great place to work».
Sin embargo, aún existen numerosos prejuicios a la hora de aplicarlo al escalafón más alto de poder de las organizaciones. Paradójicamente relegamos el humor al ámbito privado frente a otras actitudes más rígidas: seriedad, exigencia, firmeza. Cuando, en realidad, según Sergio de la Calle: «exigencia, sentido del humor y cercanía, son vasos comunicantes».
De la fluidez de estos tres pilares dependerá mejorar nuestra productividad y eficiencia, así como la aceptación de los errores para De la Calle: «hay que diferenciar del error que se hace por incompetencia, del error inteligente de la gente que experimenta. Si tú tienes un problema, cuando ríes juntos estás mucho más cerca de encontrar una solución. Eso sí, sin dejar de poner cortafuegos para que el error no se pueda producir y hacer autocrítica».
Si tú tienes un problema, cuando ríes juntos estás mucho más cerca de encontrar una solución
Imán para atraer talento
El gran desafío de las empresas es atraer al mejor talento a sus organizaciones y lo que te va a diferenciar de tus competidores, señala Sergio de la Calle, «no es ni las condiciones económicas, ni el paquete de beneficios, sino lo que va a actuar como un imán es que la gente disfrute trabajando». Un valor que muchas empresas ya han empezado a capitalizar con gran éxito.
Para él, el humor no es un skill, pero sí «está embebida en muchas otras como la comunicación y resiliencia, siempre que esté utilizada de forma dofisicada y alineada con el propósito de la organización». En definitiva, es una herramienta para crear cultura, no convirtiéndose el CEO en un showman de la noche a la mañana, sino permitiendo que haya espacios y situaciones en el que el humor pueda desarrollarse y formar parte del ADN de la organización.
El humor es como la sal: ese ingrediente pequeño que marca la diferencia