El comportamiento del líder: otra predicción más de Los Simpson

La capacidad de esta serie para adelantar acontecimientos o inventos futuros es inagotable. Ahora le llega el turno a los comportamientos y sentimientos que impulsan a las personas en el mundo de la empresa. Así lo ha detectado Javier Cantera Herrero, autor de “El síndrome de Homer Simpson y otros perfiles psicológicos en la empresa”, editado por Almuzara Libros.

Tintín, Homer Simpson, Mafalda, Grey, Nicolás, Obelix o George Clooney… Así hasta llegar a 25 Síndromes Laborales Típicos identificados por el palentino Javier Cantera Herrero, doctor en psicología, licenciado en derecho y experto en psicología del trabajo, que ha ocupado diferentes cargos en el área de Recursos Humanos en empresas como Telefónica, Enagas, Repsol o Schweppes.

Porque no hay empresas sin personas, y la psicología es fundamental para poder interactuar con ellas: empleados, compañeros, colegas, clientes, proveedores o jefes. La capacidad de adaptación y aprendizaje son verdaderas guías de éxito en un entorno de trabajo cada vez más digitalizado y cambiante; saber tratar a las personas conociendo sus Síndromes Laborales Típicos puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso en una organización.

«Es fundamental aceptar tu imperfección, saber pedir perdón y saber dar las gracias auténticas»

Gestionar conductas para alcanzar el éxito

¿Cómo podemos aplicar las herramientas de la psicología en la selección de personal o la asignación de funciones en una organización? ¿Podemos anticiparnos a situaciones conflictivas conociendo los síndromes laborales? ¿Cómo podemos ayudar a mejorar a las personas en las organizaciones conociendo sus conductas?

Este libro es una formidable herramienta para identificar los comportamientos, emociones y sentimientos que impulsan a las personas en el mundo de la empresa, para conocer mejor a nuestros empleados, nuestros compañeros, nuestros jefes, y a nosotros mismos, a través de los Síndromes Laborales Típicos.

Para saber interpretar este conjunto de signos, síntomas, causas y consecuencias que padecen las personas en el ámbito laboral, Javier Cantera Herrero ofrece algunos de los ejemplo más fáciles de identificar.

Síndromes negativos

  • homer-simpsonSíndromes típicos en una empresa y nada beneficiosos son, por ejemplo, el síndrome del carril izquierdo, que es típico de los directivos muy ambiciosos, de los que quieren ser siempre el número uno, siempre adelantando al contrario y no son capaces de colocarse en el carril derecho.
  • El Síndrome de Homer Simpson reflejado en la actitud de insatisfacción y de escurrir el bulto.
  • El Síndrome de Grey, sin las connotaciones sexuales del libro «Fifty Shades of Grey», y que refleja al típico jefe que necesita controlarlo todo. «Ese exceso de control favorece la autosuficiencia del directivo y el embrutecimiento del colaborador», comenta el experto.
  • «El síndrome Trithemus es también muy frecuente y negativo. Es el que se refiere a la resistencia a los cambios, parapetándose en multitud de argumentos para no salir de la zona de confort», afirma.
  • Síndrome del «sincericida» o el de Trump, el «autenticida»: es decir soy auténtico, soy lo que soy y tu haz lo que quieras, porque yo no pienso acercarme lo más mínimo a tu forma de ser», explica el especialista.

Síndromes positivos

En las empresas, asegura Javier Cantera, se dan casi todos los síndromes que describe en su libro, y es muy frecuente que «si tu ves un síndrome en el de al lado es porque padeces el mismo tipo, pero te cuesta reconocerlo. Pero los hay que no estaría mal que se dieran con más frecuencia», añade.

  • El síndrome de Mafalda, para que los directivos soñaran más, y no estuvieran tan pegados a la cuenta de resultados, tapados detrás de los números.
  • El síndrome de Tintín, «el optimista inteligente, el que no piensa en el fracaso y, si sucede, racionaliza a través del aprendizaje que le ha supuesto, pero no se lleva las manos a la cabeza y se lo reprocha. Este héroe del cómic es un verdadero campeón de la novedad, no le asusta ser aprendiz en cada momento».

«Tintín es el mayor ejemplo del heterodoxo dentro de la ortodoxia, sin romper la baraja crea nuevas normas para jugar».