Colaborar, competir y rivalizar para crecer como equipo

Apostar por el equilibrio entre los valores humanos y los números. Una forma de liderazgo que dio lugar al triunfo de las jugadoras de Jockey sobre hierba en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. Así es como lo cuenta Maribel Martínez de Murguía en el cuarto desayuno de Canal Ceo, el encuentro organizado dirigido a altos directivos y que cuenta con el apoyo de Nacex, United y Grupo Temel-Kyocera.
 
El discurso de la medallista de Oro gira en torno al compromiso y la unión del equipo. Una actitud que tomaron a pesar de los abundantes hándicaps que poseían en el momento que decidieron ir a los juegos del 92. Este buen ambiente lo construyó el entrenador, Jose Manuel Brasa, dejándolas elegir entre tres opciones: “participar en los juegos, conseguir estar entre el quinto y sexto puesto, o ganar una medalla”, cuenta Maribel. 
Lo que dio fuerza a aquel momento de éxito fue el equilibrio entre los valores humanos y los números. “Algo difícil debido a la complejidad del ser humano”, aclara la medallista. Fue esta desigualdad lo que hizo que perdieran en las posteriores competiciones como la de Atlanta de 1996. “El entrenador empezó a desconfiar del equipo y cuando alguien quiere controlar algo es porque tiene miedo. Hay que buscar resultados gestionando bien lo que es la gente. Adaptándose a las circunstancias y a las personas”, recuerda la ex-jugadora.
 
La autocomplacencia y el conformismo inundó al equipo debido a la mala gestión de la victoria en el 92. Una sensación que vivieron las jugadoras al celebrar durante un año la medalla de Oro y que hizo que no se centraran en las siguientes competiciones. Este ambiente de estrés hizo que el entrenador tomara ciertas medidas improvisadas que perjudicaron al equipo.
 

La exjugadora explicó a los demás directivos qué es el entrenamiento invisible. Esta lo define como una actividad basada en saber cuidar todos los detalles que rodea a las actividades diarias de una persona, como descansar, cuidarte, comer o dormir. A nivel empresarial, “estáis en vuestro partido jugando con un plan inhumano que busca la excelencia”, explica Maribel. Hábitos de liderazgo que deben ser cuidados y pensados y en los que hay que trabajar con la creatividad.
 
Uno de los puntos fuertes que hace evolucionar a un equipo es saber “distinguir entre colaborar, competir y rivalizar. Esto ayuda a saber cuál es tu rol dentro de tu equipo”, y por ende a saber acercarnos al éxito de nuestro objetivo. Para la exjugadora, competir es una manera avanzada de colaborar, ya que al querer superar las marcas del contrario, hace que tu mismo mejores y te superes en tu campo de acción.