Conversaciones con valores | El propósito guía las acciones y estrategias de los nuevos perfiles CEO y sus organizaciones. Porque el propósito se ha convertido en la brújula de quienes desean perdurar y dejar, además, tras de sí una trayectoria marcada por el bien común.
Y quién mejor para hablar de propósito y sentido que Albert Triola, líder inspirador 2025 y Senior Vice President Support Renewal Sales EMEA y CEO de Oracle España, y Carolina González, directora Claire Joster para España, Portugal y Latam de Claire Joster, en esta nueva edición de Conversaciones con Valores.
“Parece que reconocer un error te hace más débil y yo creo que al final te hace más humano”, Triola.
Del éxito de los clientes a los grupos de trabajo
“Para empezar, y no puede ser de otra manera, el primer propósito es el éxito de nuestros clientes, el poder levantarse por las mañanas y darle el interruptor, utilizar un cajero o utilizar el móvil pensando nuestra tecnología está funcionando, es la primera, y el segundo, el éxito del equipo de los empleados que componen la compañía”. Con estas palabras, Albert Triola resume la esencia de los dos grandes motores que mueven su compromiso y motivación como líder organizacional.
En un momento crucial como este, en el que el éxito de las compañías pasa por saber cómo sacar el máximo rendimiento a los datos que manejan, ayudar a la clientela a lograrlo ha de ser el camino a seguir por cualquier tecnológica como Oracle.
Para Carolina González, ayudar a esas organizaciones a que descubran qué es lo que la tecnología puede hacer por ellas es apoyarles en la consecución de retos que jamás hubieran imaginado. “Y yo creo que ayudarles a descubrir esas posibilidades, si tienen esa curiosidad, representa realmente un alto nivel de satisfacción para todos los empleados que componemos la compañía”, explica González.
“Trabajamos con los clientes y con mucha ilusión, porque creo que el momento es único”, Triola.
Empresas como la de Triola han conseguido hacer algo que jamás había sucedido antes, tal y como explica, y es democratizar el acceso a la tecnología. “Hasta ahora, las tecnologías eran accesibles solo para aquellas grandes compañías que tenían capacidades de comprarse una sala de ordenadores y tener un equipo gigante para mantenerlos: los grandes bancos, las telcos, las compañías de seguros y demás. Pero en este momento, esa misma tecnología, con la llegada del cloud y de la inteligencia artificial, es accesible a cualquier compañía, cualquier pyme de cualquier pueblo remoto que puedas encontrar en España”, explica el líder aspiracional como uno de los grandes cambios revolucionarios, impulsores de una nueva cultura empresarial y modelo de crecimiento económico.

“Utilizar la palabra felicidad hablando de negocios es algo que nos representa, hay que intentar buscar esta parte de felicidad en lo que hacemos”, González.
Sin embargo, existe un pero que Triola señala con cautela: el talento. Y es que, como indica González, “el talento tiene más ganas de ir a trabajar a las grandes”, aunque siempre existe esperanza: “En el momento que el talento decida que su lugar de nacimiento, ese pueblecito, es el lugar desde el que quiere trabajar y que puede acceder exactamente a las mismas tecnologías, podrá hacer que esas pequeñas empresas que hay en ese territorio puedan despuntar y crecer”, opina.
El objetivo: que los clientes sean felices, también los empleados
Al final, toda empresa debería perseguir la felicidad de su clientela, señala González, y también de sus talentos. Y gracias a la democratización de la tecnología, no solo pueden hacer realidad miles de emprendedores en el ámbito rural, sino cientos de empleados y empleadas gracias a una propuesta de valor que incluye grandes capacidades tecnológicas, incluso cuando operan para pequeñas empresas en lugares remotos
“Cuando hablo con las administraciones, con las universidades…, a todos les digo: busquemos mecanismos para hacer llegar la tecnología (…) Yo creo que compañías como Oracle tenemos la vocación de ayudarles a descubrir eso”, puntualiza Triola.
“Yo creo que cualquier líder en cualquiera de las funciones que pueda desempeñar en la compañía tiene un componente de responsabilidad, de humanidad, de humildad a la hora de llevar un equipo”, Triola.
El fin de un liderazgo inspirador
Respecto al nombramiento como DUX inspiracional del año por su capacidad para liderar, gestionar y emocionar a los equipos, es decir, para empoderarles, Albert Triola asegura haberse emocionado. “Yo soy muy sensible y te puedo decir que lloré, con lo cual, gracias a Canal CEO, gracias a todo el jurado, porque yo creo que para mí fue un momento, un día precioso…, cogeré el testigo de Xavi Marcel, que fue nombrado el año pasado”, explica.
Para Trías, “liderar personas o hacer que estas te sigan, hacer que las personas se sientan orgullosos de trabajar en una compañía, es importante”, de ahí la necesidad de dedicarle tiempo y de tener un programa pensado sobre cómo hacer que todas ellas se sientan orgullosas de trabajar en la compañía.

“Cuando piensas que tienes que liderar un equipo en un momento tan cambiante, yo creo que la palabra humanidad, la palabra generosidad, la palabra humildad deben formar parte de nuestra manera de trabajar con las personas que te rodean”, Triola.
Reconocimiento y curiosidad: dos palancas para la inspiración del líder
Para este líder, el ayudar a los clientes a alcanzar sus metas pasa porque los empleados se sientan identificados y a gusto en su lugar de trabajo, que sean reconocidos, especialmente por su esfuerzo y dedicación, y no tanto por los resultados obtenidos: “No siempre vamos a ganar, Rafa Nadal no sé cuántos partidos ha perdido y no por eso nos acordamos de lo mal que le ha ido, sino por los 22 grandes que ha ganado; yo creo que ese componente humano, hoy en día, es más que necesario”, subraya.
“Es importante estar cerca de los empleados, el comunicar mucho, el que descubran que están en una compañía que hace muchas cosas…, activar la curiosidad”, Triola.
Para Triola, la curiosidad es “casi la habilidad más potente que podemos activar en este momento, en que todo está muy cambiante; el escuchar a los empleados, da igual el nivel”, explica. Y es que, tal como puntualiza González: “Lo que es fundamental es entender que la tecnología es una palanca muy potente para poder desarrollarnos y para poder desarrollar sobre todo el talento que tenemos, pero que al final las personas, el sentimiento de pertenencia, la cultura, los valores que nos unen como equipo, esto es lo que va a marcar la diferencia, y la tecnología servirá como acelerador”. En definitiva, ese mix entre habilidades duras y blandas que se demanda ahora a cualquier líder organizacional y a cualquier profesional.

“El sentimiento de pertenencia, la cultura, los valores que nos unen como equipo, esto es lo que va a marcar la diferencia, y la tecnología servirá como acelerador”, González.
Trias, que acaba de cumplir 35 años en la compañía, ha vivido en carne propia este transitar hacia las habilidades sociales y emocionales de la mano de equipos de trabajo más plurales y diversos, más facilitadores en ese sentido. “El modelo de generar un equipo diverso, con formas de pensar tan distintas, fomenta la creatividad, fomenta la innovación, fomenta que aprenda todo el mundo a escuchar ideas que no le gustan, que aprenda a contar su historia de otras maneras”, puntualiza.





