El historiador y escritor israelí se convirtió en un imprescindible (sin quererlo) de Silicon Valley. Su obra, Sapiens, revolucionó el panorama editorial, también el político y social.
Sapiens. De animales a dioses (Debate, 2011) le lanzó a la fama mundial. Pero Yuval Noah Harari no solo es popular por haber publicado este y otros títulos. También por haber captado la atención de los líderes y poderosos mundiales, incluidos los afincados en Silicon Valley, por sus teorías sobre el futuro.
Aún cuando se ha mostrado manifiestamente crítico con el proceder de empresas como Facebook en el tratamiento de los datos personales y a favor del control de la tecnología para potenciar sus ventajas y minimizar sus riesgos, quienes escriben el futuro de la humanidad a golpe de tecnología elogian su obra e incluso le piden asesoramiento.
En una entrevista concedida a RTVE en 2016, Harari señalaba ya lo siguiente: “Creo que es más probable que el Homo sapiens se destruya a sí mismo, o mejor dicho, desaparezca, a causa de utilizar la tecnología para cambiarse a sí mismo, hasta tal punto que se convertirá en algo distinto. Nos transformaremos en otra cosa, ya no seremos Homo sapiens como tal”. Ahora que la IA lo ocupa todo, merece la pena rescatar sus palabras. No en vano, Harari, que sigue protagonizando cualquier acto en el que intervenga, considera que vivimos una década decisiva.
Tecnología, ecología y conflictos globales
El magnetismo de este historiador es indudable. Se ha convertido en uno de los pensadores más influyentes de la época por muchas razones y hay quienes le consideran un visionario. Sus dosis de lucidez y realismo o su capacidad para analizar hechos o de comunicar a una vasta audiencia están detrás de su implacable éxito desde que Sapiens viese la luz.
Sus títulos, de hecho, se venden por millones y se traducen a decenas de lenguas. Solo de Sapiens lleva más de 40.000 millones de ejemplares traducidos a 65 idiomas. En el año 2015 publicó Homo Deus. Breve historia del mañana y en 2018 su última obra para un público adulto: 21 lecciones para el siglo XXI. En ambas ponía sobre la mesa retos que ocupan hoy en día los titulares de cualquier medio: los peligros de las tecnologías disruptivas, las fakenews o los populismos.
Vegano, austero, entregado a la meditación y con un smartphone que apenas usa, Harari vive en Tel Aviv donde ha fundado Sapienship, una organización que, como indica su site, “aboga por la responsabilidad global”. Y cuyo propósito es “aclarar la conversación global, centrar la atención en los desafíos más importantes y apoyar la búsqueda de soluciones”. Entre esos desafíos destaca tres: disrupción tecnológica, colapso ecológico y guerra global.
Claro que, como todo pensador influyente, Harari tiene su propia legión de detractores. Hay quienes ven en su figura a un tecnopesimista empedernido e incluso le han tachado de sensacionalista. Sin embargo, no hay medio que no desee entrevistarle ni foro que no quiera contar con su participación.
Pronto veremos en las librerías su nuevo título: Nexus. Una breve historia de las redes de la información desde la edad de piedra hasta la IA, donde sus miles de fans esperan encontrar la clarividencia de la que ya disfrutaron en sus anteriores best sellers.