¿Y si los grandes cambios nunca comienzan arriba del todo?

por | Nov 6, 2025

Cuenta una antigua fábula china que, cuando el emperador ordenó transformar su vasto reino, su sabio consejero le respondió: “Empieza barriendo el polvo frente a tu puerta”. El emperador se indignó: “¿Cómo un gesto tan pequeño puede cambiar un imperio?”. Y el sabio replicó: “Porque el ejemplo, majestad, es la única orden que no necesita ser escrita”.

Esa enseñanza resume el momento que vivimos en las organizaciones: el verdadero cambio no nacerá de los despachos, sino de los mandos intermedios, de quienes traducen las estrategias en gestos diarios, los discursos en comportamientos, las ideas en cultura viva.

Hoy, los mandos intermedios ocupan un lugar paradójico: son el puente entre la visión de los CEOs y la realidad de los equipos, pero también el lugar donde más se tensiona la cuerda. Según The Future of Jobs Report 2023 del Foro Económico Mundial, el 70 % de las empresas globales ya considera que las habilidades blandas —empatía, pensamiento crítico, resiliencia— serán más determinantes que el conocimiento técnico.

Y sin embargo, ¿quién entrena a quienes deben encarnar esas competencias? En tiempos donde la inteligencia artificial se expande más rápido que la comprensión humana de sus límites, los mandos intermedios se han convertido en el punto neurálgico donde la tecnología y la humanidad se miran a los ojos.

Entre Sócrates y la inteligencia artificial

En el siglo IV a.C., Sócrates no enseñaba dando respuestas, sino formulando preguntas. Esa metodología —la mayéutica— fue, en el fondo, una lección sobre liderazgo: acompañar sin imponer, guiar sin dirigir, inspirar sin controlar.

Hoy, los buenos mandos intermedios encarnan esa misma filosofía socrática en la empresa contemporánea. No imponen verdades, sino que aprenden a sostener la duda, a fomentar conversaciones poderosas y a generar confianza en medio de la incertidumbre.

La IA ya redacta informes, analiza datos o predice tendencias, pero aún no sabe acompañar, inspirar o detectar el brillo humano de un colaborador en crisis. Esa es la frontera que separa el algoritmo del liderazgo. Por eso, en esta nueva era, los mandos intermedios no son el “eslabón perdido” entre la dirección y la plantilla. Son los catalizadores del cambio humanista. Aquellos que, desde la empatía y la coherencia, pueden reescribir la cultura corporativa para que la tecnología no desplace a las personas, sino que las potencie.

Una invitación al cambio

El próximo 20 de noviembre, en la Cámara de Madrid, el VII Summit Canal CEO abordará precisamente estos desafíos bajo el lema: “Desafíos reales del liderazgo humanista en una era marcada por la IA, la sostenibilidad y las personas“, profundizando en el rol de los mandos intermedios, junto a los citados José Mendieta (BM Supermercados) y José Luis Ausín Pascua, responsable de la Universidad Corporativa de Naturgy.

  • José Mendieta, director de BM Supermercados en Madrid: “Nuestros responsables de tienda no son simples gestores de procesos; son entrenadores de personas. La digitalización nos exige más empatía, no menos”.
  • José Luis Ausín Pascua, responsable de la Universidad Corporativa de Naturgy: “Los mandos intermedios son hoy los guardianes de la cultura corporativa. Son ellos quienes pueden traducir los valores en acción cotidiana. Y eso exige consciencia, propósito y formación continua”.

Será un encuentro para pensar —y actuar— sobre el nuevo papel del liderazgo, desde la alta dirección hasta los mandos intermedios.

Y quizás, como aquel sabio de la fábula, descubramos que los grandes cambios empiezan cuando cada líder decide barrer, con humildad y propósito, el polvo frente a su puerta.

Elena Carrascosa Vela
Elena Carrascosa Vela

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