Rosa Ayari, CEO de Bitlab & Growth Business para empresas, y Christian Vilanova, Business Developer en Bitlab, nos brindaron una enriquecedora charla sobre la transición a la Web3, la revolución tecnológica que las empresas debemos incorporar de cara a la fidelización del cliente y atracción de nuevos talentos.
A inicios de siglo, cuando aparecieron las Redes Sociales y hubo un cambio en cómo interactuamos en Internet, nos adaptamos en todos los niveles y, hoy por hoy, no nos imaginamos un mundo sin ellas. Así de disruptivas pretenden ser las nuevas tecnologías a nivel empresarial, donde la inteligencia artificial llegó para quedarse y tomar las riendas de las nuevas formas de interacción con los usuarios, fidelización de clientes y la insaciable búsqueda de talentos cada vez más especializados. Esto es la transición de la Web2.0 a la Web3.0.
Rosa y Christian representan a Bitlab, una empresa de formación perteneciente a Nexxyolabs y creada para capacitar a la gente y a las compañías en la aún compleja transición a la Web3. “Cómo pueden ayudar a explorar nuevas fronteras y tecnologías que nos facilitan la vida y nos permiten llegar al cliente final de forma más efectiva”, recalca Ayari.
“La importancia de la comunidad es clave para potenciar las empresas con la Web3: las empresas pasan de ejecutar acciones cercanas a ser aquellas que realmente generan valor en el usuario”, Rosa Ayari.
Empoderamiento del consumidor: blockchain
Para generar esta efectividad con el cliente, se habla de “experiencia inmersiva” a través de herramientas como el Metaverso, la realidad virtual y realidad aumentada. “Las empresas podrán tener una productividad más eficiente a través de los datos, la automatización del proceso o la posibilidad de crear servicios integrados”, asegura Rosa, quien introduce los términos blockchain (la eliminación de intermediarios para descentralizar gestiones económicas en las nuevas tecnologías) y tokenización (economía de token).
“Una economía de token es una economía descentralizada por intermedio del blockchain, que permite, a nivel digital, incentivar y recompensar a los usuarios por diferentes acciones, donde ellos pueden invertir de forma directa y recibir recompensas que después pueden intercambiar por dinero habitual” menciona Ayari sobre estas nuevas formas en que las empresas pueden agilizar procesos, reducir costos y empoderar al usuario con la finalidad de retenerlo. “Tenemos que ver la tecnología como algo integral”.
El “empoderamiento del usuario” puede tener una connotación distinta a la real. Existe aún el miedo a que las empresas pierdan el control sobre el cliente, pero para Rosa Ayari, esto no es más que la piedra angular de una relación impulsada por las nuevas tecnologías. “El poder recae sobre el usuario. Tiene poder de su economía, de sus claves, registros. Todo depende de él, no depende de un tercero que le haga la gestión”.
Christian Vilanova lo explica con este ejemplo: “Imagina que vas a un supermercado y escaneas un yogurt. Ves si el yogurt se fabricó tal día, a tal hora. Con la cámara de tu móvil, podrás conocer si estuvo tantos minutos fuera de la cadena de frío, todo lo que ellos te ponen en la etiqueta escrita a mano, pues será certificado”. Eso sí, esta tecnología disruptiva es tan fascinante como perturbadora para algunos. “Da miedo, hay que invertir mucho dinero y no hay gente capacitada”, recalca como principal problemática.
Cuestión de talento (digital)
En la Unión Europea, la escasez de talento digital alcanza 340 mil puestos de trabajo porque la tecnología avanza de tal manera que la formación reglada no puede seguir el ritmo. Hoy, para Rosa Ayari no solo hablamos de inteligencia artificial y machine learning para el sector financiero (economía de token), sino también para otras áreas como la médica y Salud, cadenas de suministro y logística, energía y sostenibilidad, y educación. Las empresas deben estudiar bien cuáles son sus propósitos para valerse de estas nuevas tecnologías. “Identificar qué queremos para encontrar el cómo”.