¿Qué es (y que no es) el liderazgo humanista?

por | Jul 11, 2024

¿Por qué se habla hoy tanto del liderazgo humanista? Quizás porque se ha convertido en una palanca de cambio para las organizaciones, especialmente aquellas que desean dejar su huella, para la posteridad, entre quienes forman parte de la misma.. 

Cuando el alemán Kurt Lewin, uno de los padres de la psicología social moderna, identificó en la primera mitad del siglo XX los estilos de liderazgo: el liderazgo democrático o colaborativo, el liderazgo autoritario y el liderazgo laissez-faire, ¿se imaginaba que estaba sentando las bases de un abanico tan amplio en tipos de liderazgo como evolutivo? 

Efectivamente, las categorías de liderazgo han ido creciendo e incluso mutando para adaptarse a los tiempos, es decir, a las necesidades de las organizaciones, de los profesionales y de la sociedad.

Influencias del liderazgo humanista

Uno de los enfoques más populares hoy en día es, de hecho, el liderazgo humanista. Realmente no se trata de una concepción novedosa, pues hunde sus raíces en diversas corrientes filosóficas y psicológicas que se han desarrollado a lo largo de los siglos. 

De hecho, encontramos sus orígenes en el humanismo renacentista, surgido en Europa entre los siglos XIV al XVII a cargo de pensadores como Erasmo de Róterdam (1569-1536), y un desarrollo posterior, a lo largo del siglo XX, a cargo de la psicología y de voces autorizadas como las de Elton Mayo (1880-1949) y su formulación de la teoría de las relaciones humanas, Abraham Maslow (1908-1970) o los existencialistas Jean-Paul Sartre (1905-1980) o Martin Heidegger (1889-1976). Todos ellos, y muchos otros, han influido en el liderazgo humanista.

liderazgo humanista renacimiento

El primero, porque abogó por una visión del hombre como un ser dotado de dignidad, libertad y capacidad de autodesarrollo, algo que influyó poderosamente en la forma en que las personas comenzaron a ver su papel en la sociedad y dentro de las organizaciones. 

El segundo, porque mostró que los factores sociales y emocionales tenían un impacto significativo en la productividad y satisfacción laboral. De hecho, subrayó la importancia de considerar las necesidades y motivaciones humanas en la gestión y liderazgo empresarial. 

El tercero, porque formó parte de un grupo de teóricos que puso el acento sobre el potencial humano, la autorrealización y la importancia de un entorno de apoyo y comprensión donde se satisfagan incluso las necesidades psicológicas de los individuos. 

Y los últimos, porque moldearon el enfoque de liderazgo desde la perspectiva de la autenticidad y la responsabilidad personal

El liderazgo humanista en nuestros días

Hoy en día, el liderazgo humanista es considerado por expertos y expertas de todo el mundo como una auténtica palanca de cambio. Una forma de influir de manera positiva en los demás a través de la mejora de las condiciones de trabajo que, inevitablemente, traerán consigo una mejora de la sociedad y del entorno en el que se asienta la organización, pues esta asume una cultura organizativa asentada en fuertes valores que ponen en el centro el bienestar y la satisfacción de las personas.

De hecho, aunque este enfoque más humanista aplicado al mundo de las organizaciones se palpa especialmente en la presente época, comenzó a fraguarse en década de 1960, a través de enfoques participativos y democráticos en la gestión, a los que contribuyeron de manera decisiva figuras como las de Douglas McGregor (1906-1964), mediante su Teoría X y Teoría Y, sugiriendo que los líderes deberían ver a los empleados y empleadas como seres intrínsecamente motivados y capaces de autodirección para lograr que desarrollen todo su potencial. 

Hoy en día, el liderazgo humanista es aquel que prioriza, con cada estrategia y toma de decisión, la salud física, mental y emocional, el bienestar y el desarrollo personal y profesional de los profesionales. ¿Cómo? Fomentando un entorno de trabajo colaborativo y ético, y una serie de valores morales y éticos que encarna el propio CEO.

Los valores del líder humanista

De hecho, si tenemos que hacer una lista con los valores del líder humanista, recogidos en el decálogo del nuevo liderazgo de Xavier Marcet, deberíamos señalar los siguientes:

 – Reconoce el valor de cada individuo, vislumbra sus fortalezas incluso cuando ese empleado no lo ha conseguido y respeta, ante todo, su dignidad y opinión. Así pues, los líderes humanistas tratan a sus empleados y empleadas con respeto y consideración, promueven un ambiente de trabajo igualitario, inclusivo y diverso, con el fin de aprovechar la riqueza que confiere la pluralidad, y fomentan la participación de todos los individuos en los procesos de toma de decisión. 

Fomenta, además, el crecimiento y desarrollo continuo de los empleados y empleadas, no solo en términos de habilidades técnicas o habilidades duras, sino también en aspectos personales como la inteligencia emocional y la autoconciencia, es decir, en habilidades blandas. Para ello, impulsa acciones formativas, participativas y de mentoría, además de favorecer planes de carrera donde los profesionales puedan crecer en desempeño y promocionar dentro de la empresa.

–  Los líderes humanistas practican la empatía entendiendo y respondiendo a las necesidades y preocupaciones de sus empleados y empleadas. Esto crea un clima de confianza y apoyo mutuo que incrementa el grado de fidelidad de la plantilla y su implicación con los objetivos de la organización. Lo consiguen a través de planes de beneficios y retribución flexible orientados a responder a las expectativas de los equipos de trabajo de manera personalizada y flexible.

Mantiene altos estándares éticos, alineados siempre con la cultura corporativa y con los desafíos que la sociedad tiene por delante, como el impacto social de la actividad empresarial o su huella ambiental. Los líderes humanistas actúan con integridad y responsabilidad, inspirando a sus empleados y empleadas y motivándolos a hacer lo mismo. Por eso se dice que un líder humanista ha de ser auténtico y transparente, porque solo así logrará fortalecer la confianza y el compromiso de la plantilla.

El enfoque de liderazgo humanista no solo mejora la satisfacción y el compromiso de los empleados, sino que también puede conducir a una mayor productividad y éxito organizacional. De hecho, varios estudios así lo señalan. Al fin y al cabo, la motivación de las personas mueve a las organizaciones.

Raquel Santos
Raquel Santos

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