En el entorno corporativo se habla mucho de transformación, pero pocas veces son los propios miembros de la organización los que resaltan con orgullo la autoría del cambio a su líder. Hoy vamos a profundizar en uno de sus ejemplos: la figura de Oriol Segarra, CEO de Uriach.
Segarra es el artífice de establecer y promover una cultura de felicidad e innovación que ha llevado a la compañía a crecer a doble dígito durante los últimos 10 años y a convertirse en líderes en Natural Consumer Healthcare. De la frase “No deambular por los pasillos” presente a su llegada a la organización ya no queda nada… Y ese proceso de cambio es lo que pudimos conocer durante el IV Summit Canal CEO.
“Una de las mejores definiciones de liderazgo es ser capaz de influenciar o impactar el estado de ánimo de un colectivo en positivo”, Oriol Segarra
El primer paso: ser una empresa feliz
Cuando Oriol Segarra aterrizó en Uriach hace una década se encontró con una empresa confundida, sin un visión clara, tal y como hoy sucede en muchas organizaciones ante la sucesión de cambios que atenazan. Pero su visión de poner a las personas y su felicidad en el centro de la organización ha logrado un cambio exponencial. “Nosotros llevamos una visión muy clara de lo que queremos ser desde hace diez años. Y luego nos vamos adaptando, evidentemente. En los últimos ocho años, hemos ejecutado ocho adquisiciones en países diferentes de Europa. El ritmo de crecimiento ha sido brutal. Hemos multiplicado la facturación de la compañía por por diez y además esto es bastante exponencial. En tres de años será por 15”.
“Si uno va a caminar por el monte, mirar a 30 metros constantemente no sirve de nada. También hay que mirar por dónde van tus pies para no tropezar. Lo mismo sucede en la empresa: hay que tener una visión clara, pero ir adaptándose”
Pese a los magníficos resultados, el camino no ha estado exento de dificultadas. Promover la cultura de la felicidad puede apreciarse como naif en algunos foros. Pero… como apunta Segarra, ¿cómo puede crecer una compañía que no es feliz? Gestionado bien, el estrés puede ser positivo, pero un equipo con ansiedad, desmotivado y deprimido no puede rendir ni ofrecer los mismos resultados que uno feliz. Por ello, la primera misión del líder es generar un impacto positivo en el ánimo de los equipos.
Suele suceder que las organizaciones se concentran más en lo que sucede fuera que en lo que pasa de puertas para dentro, lo que genera silos o malestar. Para romper esto, “tendrás que apartar a personas tóxicas, lo cual significa que creará miedo, que creará incertidumbre. Pero poco a poco se va logrando un equipo cohesionado y unido, van llegando los resultados, se repiten. Y después llega otro día en el que te das cuenta que aquello ha calado tanto que las personas han aprendido a vivir la experiencia de trabajo de una forma diferente y no van a renunciar a ello y por tanto, que eso ha tomado su camino, su su vida propia”.
Segunda etapa: el Smart working
“El teletrabajo para mí es la excusa de las empresas que tienen una cultura mediocre, negativa y tóxica”. Como formulaba el protagonista, ¿qué pensarías de una pareja que lo mejor que puede ofrecerte es estar lejos de ti? La experiencia de trabajo supone un tercio de nuestra vida. “Si la vives feliz, tienes ganas de estar ahí ahora para ser más feliz todavía, pero para ello debe ser flexible a tus circunstancias. Ése es el secreto”.
Para este detractor del teletrabajo, el trabajo en remoto:
- Afecta al engagement de las personas con la compañía
- Frena a la innovación.
- Dificulta la capacidad de coordinación de la gente
En Uriach, damos flexibilidad total, pero la realidad es que mucha gente prefiere estar en la oficina porque vive allí una experiencia feliz
“El talento no es escaso, es infinito”
De laboratorio farmacéutico a empresa de salud, desde que la innovación salió del laboratorio a cada área de negocio de la compañía. “La innovación no es nada más que curiosidad, observación y querer mejorar todo lo que está a tu alrededor. O sea, cada cosa que cada pequeña cosa que haces cada día, si quisieras mejorarla, serías la empresa más innovadora del mundo”.
En un entorno feliz y colaborativo es más sencillo fomentar la curiosidad. Si se les permite desarrollar esta facete y, además, señala Segarra, se facilita la información necesaria para que tengan el contexto, las ideas fluyen. Y el talento aflora. “Si fomentamos el intraemprendimiento, dejamos que las personas se involucren y encuentren dónde pueden desarrollar su talento, el talento es infinito, mayor de lo que pensabas”.
“Nos quieren convencer que el talento es escaso, que hay que identificarlo, atraerlo y retenerlo. Pero la realidad es que el talento es infinito en las empresas. Como líderes, lo que tenemos que intentar es que las personas vayan más allá de lo que se piensan, desarrollarlas, hacerlas crecer”