Entre algoritmos y alma: las nuevas reglas para gestionar talento en tiempos de dilemas

por | Nov 25, 2025

En la VII edición del Summit Canal CEO, Alejandra López-Baisson (Telpark) y Marta Martín (Kyndryl) compartieron con María Encinas cómo equilibrar tecnología, sostenibilidad y humanidad para que el talento siga siendo, ante todo, humano.

En un mundo que vive en permanente dilema —tecnología o humanidad, sostenibilidad o crecimiento, velocidad o propósito— la gestión del talento se ha convertido en una cuestión existencial para las empresas. En el VII Summit Canal CEO, la mesa redonda moderada por María Encinas, gerente de la Business School de la Cámara de Madrid, reunió a dos voces que lo viven cada día desde el frente corporativo: Alejandra López-Baisson, Chief People Officer en Telpark, y Marta Martín, directora de Comunicación de Kyndryl para España y Portugal.

Tres mujeres que, desde diferentes ópticas, coincidieron en una misma idea: el talento solo florece donde hay coherencia, cultura y cuidado.

Medir el bienestar sin perder la sensibilidad

Encinas abrió la conversación con un dato inquietante: la OMS estima que la depresión y la ansiedad cuestan más de un billón de dólares en productividad perdida cada año, y en España la salud mental es ya la segunda causa de baja laboral. López-Baisson fue directa: “Lo primero que hacemos es medir, para entender lo que está ocurriendo”. En Telpark, explicó, utilizan sistemas que analizan desde el absentismo hasta la seguridad psicológica en los equipos. “Medimos desde el aburrimiento hasta el miedo. Y lo traducimos en dinero, porque es la única forma de convencer a los CEOs de las acciones que hay que tomar”.

Mientras el público asentía, Martín recogía el guante: “Aunque somos una empresa tecnológica, nuestro principal valor son las personas. Somos el corazón del progreso, pero el corazón de Kyndryl son los profesionales”. Su intervención recordó que incluso en las compañías más digitales, la gestión emocional sigue siendo la base. “Tenemos programas como Be Well que ofrecen apoyo psicológico, jurídico y financiero gratuito. Y nuestros KINs —redes de inclusión— crean espacios donde los empleados pueden sentirse acompañados y escuchados”.

El fenómeno del “turista laboral”

Encinas introdujo entonces otro tema que levantó sonrisas cómplices: el llamado “turista laboral”. “Todos hemos tenido alguno en el equipo”, bromeó. López-Baisson confirmó que, en sectores operativos como el suyo, el fenómeno es real. “Tenemos más de mil personas en la calle y lo que vemos es un absentismo que tiene tanto causas emocionales como sociales. En Portugal, por ejemplo, apenas lo sufrimos; en España depende mucho de la región. No es solo un tema empresarial, es también sociolaboral”.

La solución, añadió, pasa por la colaboración: “Trabajamos con los comités de empresa y los sindicatos, que ya son conscientes de este problema. También hemos firmado acuerdos con servicios médicos y reforzado el apoyo emocional”.

Martín, desde su experiencia tecnológica, aportó otra mirada: “En Kyndryl apenas tenemos absentismo porque trabajamos con una cultura plana y colaborativa. Somos flat, fast and focused. Damos autonomía, confianza y flexibilidad. No importa desde dónde trabajes si cumples tus objetivos. Eso reduce el desgaste”.Los datos no sustituyen la intuición humana, la complementan. Nos ayudan a ver lo que a veces el día a día oculta».

Comunicación con propósito, no con protocolo

El debate giró hacia la comunicación interna, esa herramienta invisible que sostiene el compromiso. Martín explicó cómo Kyndryl fomenta el diálogo continuo: “Nuestros managers son traductores de cultura. Se sientan con sus equipos, explican los mensajes corporativos y escuchan sus inquietudes. Tenemos un 82% de participación en la encuesta anual de compromiso, y eso solo se consigue con transparencia y bidireccionalidad”.

López-Baisson coincidió en la importancia de estar cerca del terreno. “En Telpark hacemos Town Halls itinerantes, boletines semanales y coffee talks con el CEO o conmigo. Queremos que todos sientan que forman parte del proyecto. No hacemos café para todos: adaptamos las políticas de personas a cada realidad”. Su definición de la comunicación interna arrancó aplausos: “Es el marketing de las barreras internas”.

Encinas asentía y resumía el hilo conductor: “Escuchar es importante, pero escuchar con criterio lo es aún más. La comunicación eficaz no se queda en el buzón de sugerencias, sino que genera corresponsabilidad”.

Inteligencia artificial y liderazgo consciente

Llegó el momento de abordar la gran protagonista de la época: la inteligencia artificial. Encinas citó el Future of Jobs Report del Foro Económico Mundial: las habilidades más demandadas a 2027 serán pensamiento crítico, curiosidad y resiliencia. “Pero mientras tanto, la IA está redefiniendo la gestión de personas”, advirtió.

Martín aportó datos de su People Readiness Report: “El 90% de los ejecutivos ya integran la IA en sus estrategias, pero el 72% admite que sus equipos no están preparados”. Y lanzó una idea clave: “La IA no viene a quitarnos el trabajo, viene a liberarnos de tareas repetitivas para dedicarnos a pensar. La clave es formarse, perder el miedo e integrarla con ética y criterio humano”.

López-Baisson añadió su experiencia: “En Telpark estamos pilotando la selección con IA. Aprendemos no solo de su capacidad, sino también de sus sesgos. La tecnología es fascinante, pero hay que darle alma. Lo importante es formar y acompañar a las personas para que se sientan parte de la transformación”.

Cultura y pertenencia: el alma del cambio

Antes de cerrar, Encinas recordó que, según Deloitte y McKinsey, las organizaciones con culturas sólidas son un 25% más innovadoras y un 30% más productivas. Preguntó entonces qué prácticas fortalecen la pertenencia. López-Baisson lo tuvo claro: “Reconocer el esfuerzo y escuchar de verdad”. Martín coincidió: “La curiosidad y la transparencia son el pegamento cultural. En The Kyndryl Way lo resumimos en tres valores: empatía, energía y colaboración”.

María Encinas:“Gestionar talento hoy es gestionar dilemas. Pero mientras sepamos poner a las personas en el centro, encontraremos el equilibrio entre tecnología, sostenibilidad y humanidad”.

El aplauso final confirmó que, al menos esa mañana, el dilema había encontrado su respuesta: liderar con alma sigue siendo posible en la era de los algoritmos.

CanalCeo
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