El CEO y el más allá

por | May 24, 2025

Por Roberto Otamendi | ¿Piensas en el más allá? Como CEOs, estamos obligados a pensar en el más allá. Aunque pueda resultar abstracto, intangible, invisible, el más allá forma parte de la vida del CEO. Por cierto, lo mismo sucede con otras muchas cosas que son una gran fuente de aportación de valor en las empresas: pueden resultar abstractas, intangibles, invisibles.

La tentación suele ser quedarnos en lo concreto, tangible, visible. Porque da confort y seguridad. Y porque es más sencillo medir su impacto en el valor empresarial.

Pero volvamos al más allá del CEO. Es su obligación. Y, además, es su privilegio. Y, por tanto, como obligación y como privilegio, el más allá se convierte en la realidad cotidiana del CEO. Veámoslo a continuación.

La obligación del CEO con el más allá

Crear valor es la tarea básica y fundamental sobre la que pivota toda la actividad del CEO. Es su obligación. Crear valor para los accionistas y para el resto de stakeholders. Como me gusta decir: “porque en las empresas hay actividades para ganar dinero y también hay espacio para hacer cosas aún más grandes”. Crear valor para todos los grupos de interés, share- y stake- holders.

Y para crear hay que ir más allá. El más allá del CEO significa el acto de creación.

Las empresas, como las plantas, tienen que crecer y desarrollarse para sobrevivir. Es una necesidad primaria. En caso contrario, la alternativa es marchitarse, secarse, morir…

El crecimiento de una organización puede entenderse sencillamente desde dos planos. Por un lado, desde el plano vertical, el plano de la dimensión, magnitud e impacto de sus actividades. Por otro lado, desde el plano horizontal, el plano de la profundidad, la madurez y la solidez de sus capacidades y relaciones.

El CEO concentra su foco de acción en impulsar su organización hacia actividades creativas y creadoras que contribuyan de modo relevante al avance en ambos planos y, por tanto, creando valor de empresa.

Y esto se consigue pensando en el más allá. Ampliando la mirada, ampliando el horizonte. Mirando más allá. En relación con la estrategia y también en relación con la ejecución cotidiana. Y por supuesto, en relación con el liderazgo. En relación con los tres vértices del Triángulo del Desarrollo Organizacional: Estrategia, Ejecución y Liderazgo.

El CEO piensa en el más allá de modo constante para así promover el nuevo paso, el paso adicional, el progreso. En todos y cada uno de los ámbitos de actuación. Con los pies en la tierra y la cabeza en las nubes. Llevando a su equipo directivo más allá de lo conseguido hasta hoy, más allá de lo actual, más allá de lo conocido. Con atrevimiento y con prudencia. Con un movimiento equilibrado. Pero siempre yendo más allá.

El más allá como privilegio del CEO

Esta necesidad y obligación del CEO es asimismo un privilegio. Así lo he vivido yo en mi actividad corporativa y ahora como asesor. Es un privilegio poder centrar tus esfuerzos en el avance, en la evolución, en el progreso. Implica poner a trabajar competencias y capacidades como la comunicación interpersonal, la conexión profunda con tu equipo, la generación de contextos de confianza, el pensamiento crítico, el debate constructivo, la conversación cómplice, la búsqueda de alternativas, la imaginación de escenarios, la mejora constante, el fomento de la excelencia operativa… Todo un elenco de habilidades directivas de primer nivel cuyo ejercicio es un verdadero placer. Un auténtico privilegio.

Y, por supuesto, como todos los privilegios, este se disfruta más cuando se comparte, cuando el CEO comparte con su equipo estas tareas encaminadas a pensar en el más allá. Porque cuanto más se difunda este tipo de mindset por toda la organización, mayor será el impulso y crecimiento que ésta alcance, mayor será la evolución y optimización de sus actividades ordinarias.

Y además de tenerlo como privilegio, el CEO lo tiene como poder. El poder de ejercerlo y practicarlo. Poder entendido como posibilidad, como potencial, como potestad. Y para el CEO consciente e inquieto, no ejercer su poder no es una opción válida.

El más allá convertido en realidad para el CEO

De este modo, actuando el CEO en su día a día con el horizonte del más allá, lo convierte en su realidad cotidiana. Trabajando hoy con el pensamiento en mañana. Ejecutando ahora las acciones que conducen a su organización al más allá. Al siguiente nivel. Al nuevo escalón. Al siguiente eslabón evolutivo.

Es a través de la actividad cómo el pensamiento se torna en acción, como el más allá se hace realidad. Actuaciones reales que toman múltiples formas, como por ejemplo decisiones sobre negocios, lanzamientos de productos, expansión geográfica, cambios organizativos, gestión del talento, digitalización de procesos, incorporar la IA, alinear culturas corporativas, emprender proyectos innovadores. Todo, intervenciones reales y concretas orientadas al más allá.

En definitiva, el más allá forma parte de la vida del CEO. Es el pensamiento que impulsa su acción. El norte que marca su brújula. El horizonte que ambiciona su Agenda Estratégica.

Firma | Roberto Otamendi

¿Eres un CEO inquieto?
Roberto Otamendi, autor del Club de los directivos inquietos

Asesor de CEOs y Comités de Dirección en el diseño y ejecución de su agenda estratégica. Integrando negocio y personas. Experto en estrategia, gestión y desarrollo de empresas, con tres décadas de experiencia a nivel corporativo e internacional. Autor del libro “El Club de los Directivos Inquietos”.

Roberto Otamendi
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