El uso de la IA en la gestión empresarial va en aumento. Y aunque las cifras son muy desiguales en función de los sectores, el tamaño y el tipo de organización, lo cierto es que la implantación integral de esta tecnología en los departamentos de RRHH, atención al cliente, control de stock o contabilidad parece imparable.
De hecho, según el informe La IA en el reporting financiero y la auditoría: navegando hacia una nueva era, publicado por KPMG a finales del año pasado, el 75% de las empresas a nivel global ya utiliza la IA en su proceso de reporting de la información financiera. En España, la cifra es del 47%, aunque en 2027 se espera que escale hasta el 93% de las empresas de nuestro país.
Dicho esto, cabe preguntarse por el liderazgo. Es decir, ¿qué hay de la asunción de la IA en los procesos de toma de decisiones, de gestión de equipos o de motivación de talentos? ¿Es hoy en día la IA una aliada también de los y las CEO? O una posible sustituta…
Dos ejemplos anecdóticos para el estudio: la IA que es un CEO
A principios de 2023, una noticia llamaba nuestra atención poderosamente: “Nombran CEO a una inteligencia artificial y esta aumenta el valor de la empresa en un 10%”, rezaba su título. El texto desgranaba cómo en los primeros seis meses de gestión empresarial por parte de esta IA, dicha organización había logrado aumentar el valor de sus acciones sin emprender otro tipo de estrategia paralela.
La empresa en cuestión era la china NetDragon Websoft, especializada en juegos interactivos y aplicaciones para smartphone, la cual decidió nombrar como director ejecutivo en su filial Fujian NetDragon Websoft a una IA. ¿Golpe de efecto o apuesta real? En una década marcada por el debate sobre el supuesto reemplazo de profesionales por esta tecnología, la maniobra cosechaba, cuanto menos, un impacto publicitario a gran escala.
La IA, de nombre Tang Yu, parece asumir las responsabilidades propias del puesto en cuanto a análisis de datos, toma de decisiones estratégicas, evaluación de riesgos… Pero ¿qué hay de esas otras tareas que tienen que ver con el campo de las relaciones humanas, a las que tanta importancia estamos dando actualmente? Escucha activa, empatía, feedback positivo, encarnación de los valores de empresa, proactividad…, ¿asume esa IA tales compromisos ligados a la inteligencia emocional?
No es el único caso de CEO digital. Mika se presentaba como CEO robot de la empresa Dictador durante una rueda de prensa celebrada en la cumbre mundial de la ONU AI for Good, también en 2023, donde daba un pequeño discurso sobre la intención de la IA de no sustituir a los humanos, sino potenciar sus capacidades. Este último argumento ha sido esgrimido tantas veces por quienes desarrollan esta tecnología y por quienes la introducen en sus empresas que se ha convertido en un auténtico mantra durante 2024.
Pero ¿qué hay de cierto? Según un artículo publicado a principios del pasado año por The New York Times, el 80% de las tareas cotidianas de un CEO podría ser asumidas por una IA y, de hecho, el 47% de las y los ejecutivos creen que una gran parte de sus responsabilidades podrían ser abordadas por esta tecnología, según un estudio de EdX. Si sumamos esta convicción a que el CEO de Nvidia predice que la IA general llegará en cinco años y será más precisa que la humana, quizás ese futuro distópico sea posible.
La clave, una vez más, pasa por el uso que se dará a esta tecnología y con qué objetivos. Y claro está, si va a liberar a los CEO de ciertas tareas, en qué desafíos o responsabilidades van a invertir el tiempo ganado las y los ejecutivos de las empresas.







