Mandos intermedios: los traductores invisibles del cambio

por | Nov 25, 2025

En el VII Summit Canal CEO, José Mendieta (BM Supermercados) y José Luis Ausín Pascua (Naturgy) debatieron sobre el papel crucial de los mandos intermedios como puente entre estrategia y cultura, en un contexto donde liderar también es acompañar.

Si el liderazgo fuese un idioma, los mandos intermedios serían sus traductores. Ellos convierten los grandes discursos en gestos cotidianos, las estrategias en comportamientos y los valores en decisiones reales. Pero su papel, tan esencial como invisible, vive hoy un momento de tensión. Las cifras lo confirman: según McKinsey y Gartner, más del 60% de los managers se sienten desbordados, atrapados entre la presión por los resultados y la necesidad de acompañar a sus equipos en el cambio.

En la mesa redonda “Mandos intermedios, catalizadores del cambio”, celebrada en el VII Summit Canal CEO, José Mendieta, director en Madrid de BM Supermercados, y José Luis Ausín Pascua, responsable de la Universidad Corporativa de Naturgy, compartieron sus experiencias en primera línea. Dos voces distintas —una desde el comercio minorista, otra desde la energía— que coincidieron en un mensaje: sin ellos, la transformación cultural no sucede.

“Un mando intermedio es alguien que no puede quedarse en el discurso. Tiene que vivir la cultura y contagiarla”, afirmaba Mendieta con la naturalidad de quien ha aprendido liderando tiendas, equipos y clientes.

En BM Supermercados, explicaba, la transformación cultural comenzó desde la base: “Todo lo que decimos a la plantilla tiene que verse en la práctica. Si hablas de cercanía, hay que estar presente; si hablas de confianza, hay que escuchar”.

Para Ausín, el cambio pasa por entender el liderazgo como servicio. “Un mando intermedio debe ser un generador de propósito, alguien que facilita que otros brillen. En Naturgy trabajamos para que cada responsable sea un dinamizador de cultura, no un controlador”. Esa cultura, añadió, se refuerza con herramientas de desarrollo. “Desde la Universidad Corporativa diseñamos programas que acompañan a los mandos en el autoconocimiento. No se trata solo de dirigir personas, sino de comprenderlas”.

La soledad del líder intermedio

Ambos coincidieron en que los mandos intermedios viven una paradoja: son el eslabón esencial de la estrategia, pero muchas veces los menos acompañados. Mendieta lo definió así: “Son los que están más cerca de los equipos y más lejos del comité. A veces se sienten en tierra de nadie”. En BM han abordado esa brecha con espacios de escucha y formación continua. “Creamos foros donde pueden compartir buenas prácticas, dudas y frustraciones. No hay cambio posible si no se sienten parte del propósito”.

Ausín reforzó la idea con un ejemplo de Naturgy: “En nuestros programas, trabajamos mucho la gestión emocional. Un líder que no sabe gestionar su propia energía no puede cuidar la de los demás. Necesitan entornos donde se hable de vulnerabilidad sin miedo”.

El diálogo avanzó hacia una idea compartida: la cultura no se enseña, se experimenta. Mendieta recordó cómo en BM Supermercados la cultura de servicio se vive desde la tienda: “Los mandos intermedios no pueden pedir lo que no dan. Si queremos equipos comprometidos, tenemos que ser los primeros en dar ejemplo”.

Ausín añadió: “En Naturgy tenemos claro que los valores se sostienen en comportamientos observables. Lo medimos, lo celebramos y lo corregimos cuando hace falta. Porque la cultura, si no se mide, se diluye”. Ambos destacaron que la formación, la comunicación y el reconocimiento son las tres palancas del cambio sostenible. “No se trata solo de formar, sino de emocionar”, apuntó Ausín. “Y eso solo se logra cuando el mensaje se adapta a la realidad de cada equipo”.

El cambio no se impone, se inspira en el día a día

Hacia el final, la conversación viró hacia el papel de los mandos como agentes del futuro. Mendieta resumió con una frase que quedó resonando en el auditorio: “El cambio no se impone, se inspira. Y para inspirar hay que creer”. Desde su experiencia, insistió en que la coherencia es la verdadera medida del liderazgo. “Si dices una cosa y haces otra, el equipo deja de escucharte. La confianza es el combustible del cambio”.

Ausín coincidió: “El liderazgo intermedio es la red que sostiene a la organización. Si la tensas demasiado, se rompe; si la fortaleces, impulsa el avance”. En ese equilibrio, concluyeron ambos, está el futuro del liderazgo.

Mientras el público aplaudía, quedaba claro que, más allá de jerarquías, los mandos intermedios son el alma operativa de cualquier cultura. Son quienes traducen el propósito en acción, el discurso en conducta y el cambio en hábito. Y, como recordó Mendieta antes de despedirse, “cuando los mandos creen, todo fluye; cuando no, nada ocurre”.

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