Intraemprendimiento: ¿Una tendencia al alza?

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«El emprendimiento corporativo (o intraemprendimiento) ha pasado de ser una realidad desconocida en las grandes empresas –aunque desde siempre latente– a convertirse en uno de los ámbitos de actuación más recurrentes en cualquier plan estratégico».

Así comienza el ‘Informe sobre Emprendimiento Corporativo en España: Gacelas y Elefantes bailan sin pisarse’, elaborado y presentado en 2017 por Deusto Business School, la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de la Rioja y la consultora NEORIS – con el apoyo del Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE).

Un año más tarde, el emprendimiento corporativo o intraemprendimiento continúa estando en boca de todos. Se habla de sus infinitos efectos positivos sobre las organizaciones y sobre la sociedad, pero lo cierto es que todavía muchas empresas se resisten al cambio por miedo al fracaso o, simplemente, por miedo a cambiar unas condiciones laborales aseguradas por otras inciertas.

¿En qué consiste esta práctica?

El emprendimiento corporativo es el conjunto de iniciativas que desarrollan las organizaciones emprendedoras para crear valor y mejorar su capacidad competitiva, bien mediante el impulso de actividades innovadoras de origen interno, bien mediante la incorporación de actividades y conocimiento externo susceptibles de sinergias internas y nuevas oportunidades de negocio.

Sin embargo, el estudio demuestra que la falta de consistencia entre el compromiso con el emprendimiento corporativo manifestado por los representantes de las organizaciones encuestadas y las bajas tasas de actividad intraemprendedora en España reveladas por el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) demuestra que en este asunto las grandes empresas expresan todavía más deseos que realidades.

Barreras y resistencias: El lastre del «esto siempre se ha hecho así»

Y es que implantar una estrategia eficaz de emprendimiento corporativo en una gran empresa no es tarea fácil, ya que, a los obstáculos inherentes a todo proyecto empresarial de carácter innovador, hay que sumarles barreras y resistencias que tienen su origen en la propia organización:

En cuanto a estrategia:

  • Definición confusa de los objetivos en relación con el emprendimiento corporativo.
  • Concepción errónea de la naturaleza de una startup.
  • Falta de alineación de los diferentes departamentos.

En cuanto a procedimientos:

  • Procesos decisorios dilatados.
  • Comunicación inadecuada.

En cuanto a estructura:

  • Rígidas jerarquías.
  • Procesos de toma de decisiones confusos.
  • Ausencia de personal especializado.

En cuanto a cultura empresarial:

  • Aversión al riesgo de quienes han de tomar las decisiones.
  • Falta de cultura emprendedora entre el personal.
  • Desconfianza hacia lo externo.

Nuevos modelos de liderazgo del siglo XXI

El intraemprendimiento no va a suceder si la dirección no quiere. De hecho, el informe reconoce que existe un aversión al riesgo por parte de los directivos que deben tomar decisiones respecto al futuro de los nuevos proyectos empresariales, así como verdadera desconfianza hacia los proyectos de innovación.

Paralelamente, y según Carlota Mateos –protagonista del segundo Desayuno Canal CEO celebrado el pasado 16 de febrero en el campus de Alcobendas de la Universidad Europea (crónica del encuentro)–, el intraemprendmiento no va a ser posible hasta que no se produzca una evolución de la figura del liderazgo del siglo XXI:

«Para que el emprendimiento sea una realidad, los líderes deben ser auténticos. Ya no cuela el líder que no es coherente con su vida personal».

«Cada vez estamos más alejados de ese líder antiguo, con capacidad de mando. Nos estamos acercando a un liderazgo en el que prima la autenticidad, la pasión y la habilidad para fomentar que los demás florezcan y desarrollen sus propias iniciativas», asegura la fundadora de Rusticae.

¿Cómo implantar programas de intraemprendimiento?

Conscientes de ello, los autores del presente estudio formularon ocho recomendaciones para la implantación de programas de emprendimiento corporativo basadas en las experiencias de las organizaciones estudiadas:

  1. Implicación de la alta dirección en el impulso del emprendimiento corporativo.
  2. Alineamiento de sus objetivos y directrices con la estrategia global de la compañía.
  3. Asumir que el emprendimiento corporativo solo es una apuesta segura a largo plazo.
  4. Aprender de otros, pero desarrollar una política de emprendimiento corporativo adaptada a la propia organización.
  5. Dotar a la organización de personas con conocimientos y/o competencias que les permitan acompañar y entender a startups e intraemprendedores.
  6. Buscar sinergias en el ecosistema emprendedor local.
  7. Hacer un esfuerzo por evangelizar a toda la organización.
  8. Apoyar a los intraemprendedores con recursos, tiempo y garantías de carrera profesional.

El proceso de transformación que supone la Cuarta Revolución Industrial sólo beneficiará a quienes sean capaces de innovar y adaptarse. Por lo que los altos cargos deben buscar nuevas vías de acción para evitar acabar a la deriva.