Entre los factores que posibilitarán el cambio durante el próximo 2025 en el seno de las organizaciones figura el del newskilling y reskilling, es decir, el reciclaje formativo o profesional al más alto nivel. Un tema que a menudo se pasa por alto pero que fue abordado por varias personas expertas durante el V Summit Canal CEO por su trascendencia en los años venideros.
El evento, celebrado hace escasos días bajo el eslogan Future Thinking en la Escuela de Negocios de la Cámara de Madrid y gracias al apoyo de Mediaplus Equmedia y la propia Cámara, contó con la presencia de Alfonso Jiménez, doctor en psicología y Socio en Exec Avenue, y Myriam Alcaide, consejera independiente experta gestión de riesgos y análisis financiero en empresas internacionales.
Ambos perfiles conversaron sobre la oportunidad que representan el networking profesional y las estrategias de aprendizaje continuo dentro de las empresas. También de la importancia que tiene, para muchos y muchas profesionales, la oportunidad de construir una segunda carrera una vez alcanzada la seniority.
La realización ante la longevidad
“Primero, tenemos que asumir que la vida profesional ejecutiva es finita, por muy potente que sea nuestro proyecto (…); la segunda idea es que, previsiblemente, muchos de los que estáis en la sala vais a vivir muchos años”. Con estas dos realidades sobre la mesa, el doctor Alfonso Jiménez desentrañaba, una a una, las claves para sentirse activos, útiles y realizados más allá de la carrera profesional, cuando esta se da por finalizada, por ejemplo, llegada la edad de jubilación.
“Hay estudios que demuestran que dos años después del paso de la inactividad tienes un alto nivel de riesgo de enfermedades”, Jiménez.
Y no solo porque las personas necesiten dotar de sentido a su vida, muchas de ellas sintiéndose parte de algo más grande, sino porque abordar esa “segunda carrera” es determinante para contrarrestar los efectos del envejecimiento.
“Hay que iniciar una segunda carrera y no tirarse al sillón, porque los expertos en envejecimiento activo señalan que eso es lo peor que se puede hacer para la salud”, explicaba Jiménez y añadía: “Hay estudios que demuestran que dos años después del paso de la inactividad tienes un alto nivel de riesgo de enfermedades”.
“Tenemos que establecer relaciones de calidad auténticas, genuinas, y las tenemos que mantener para seguir activos, aportando valor a múltiples proyectos”, Jiménez.
Esa segunda carrera dependerá en gran medida del network desarrollado previamente, durante toda la vida profesional. Es decir, hay que actuar con anticipación, antes de que llegue el momento. “Es muy importante no encerrarnos en los despachos, nuestra autenticidad en las relaciones sociales nos va a ayudar en nuestra primera carrera, por supuesto, pero también va a ser determinante para tener éxito en esa segunda etapa”, señalaba este experto en psicología.

Y es que, al fin y al cabo, somos animales sociales y, como tales, cultivar esa faceta resulta vital para el futuro: “Tenemos que establecer relaciones de calidad auténticas, genuinas, y las tenemos que mantener; es la primera recomendación para seguir activos aportando valor a múltiples proyectos el día después”, señalaba Jiménez.
El sentido del propósito
Pero, para seguir activo e involucrado en proyectos de gran recorrido, hace falta diseñar un itinerario con propósito. Un plan de segunda carrera que nos lleve por aquellas sendas que nos gusta transitar, acordes a nuestros valores y objetivos vitales.
“Si esa segunda carrera profesional está conectada con tu propósito, mucho mejor, porque lo vas a hacer con mucha más energía, con muchas más ganas”, señalaba Alcaide, para quien esa segunda carrera llegó antes de lo previsto, cuando decidió dar un giro a su vida profesional: “Mientras estás en tu carrera ejecutiva, es importante ampliar tu networking a aquellas facetas que te pueden interesar y seguir cultivando las relaciones”, explicaba.
“Estamos en un cambio de era y las empresas tienen que formar a su talento, para no quedarse atrás”, Alcaide.
Para esta experta, las empresas tienen también una gran responsabilidad al respecto. Deben aumentar sus capacidades en la transformación de las plantillas, en la preparación de los equipos de trabajo. El objetivo debe ser adecuar los perfiles a nuevos retos como los que presentan el uso de la IA o la sostenibilidad. “Estamos en un cambio de era y las empresas tienen que formar a su talento, y tienen a su alcance políticas de upskilling y reskilling para no quedarse atrás, y también favorecer la atracción de talento y la retención de talento”, subrayaba Alcaide.Desarrollar figuras como las de senior advisors o el interim management son otras de las formas que tienen las organizaciones, tal como señalaba Jiménez, para “seguir aprovechando el talento directivo más allá de la función directiva, más allá de la función ejecutiva”. De esta forma, las organizaciones estarán creando instrumentos de aportación de valor, de mejora de la competitividad.








