El pasado 21 de febrero, García Méndez participó, junto a otras líderes destacadas, en una nueva edición de Más Mujeres CEO en el Palacio de los Duques de Santoña, vivienda de Mariquita Hernández (1828-1894), emprendedora liberal con propósito social e impulsora del primer hospital pediátrico de la ciudad de Madrid.
Lucila García Méndez es directora general de ClosingGap y una de esas mujeres a las que no deberíamos perder de vista, ni a ella ni a sus aportaciones en cualquiera de los foros en los que participa y donde pone el acento sobre la brecha de género y sobre los desafíos latentes en igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
“Para que las mujeres tengamos las mismas oportunidades que los hombres vamos a tener que esperar 39 años al ritmo actual”
Avances sí, pero aún muy lentos
La percepción que Lucila García Méndez tiene sobre el estado de la brecha de género o de la igualdad entre hombres y mujeres en nuestro país resulta relevante no solo por manera en la que esta profesional hace llegar su mensaje, con gran claridad y capacidad de alcance, sino porque se basa en la ingente cantidad de datos objetivos, medibles y comparables que maneja su asociación, popular por sus estudios al respecto y por el Índice ClosinGap que cuantifica cada año el impacto de las diversas brechas de género en el PIB de nuestro país.
“Las mujeres recibimos el 3 % de la financiación mundial en rondas privadas; el resto, grupos de hombres o mixtos”.
De hecho, durante sus intervenciones en el último encuentro Más Mujeres CEO, García Méndez puso sobre la mesa varios datos a tener muy en cuenta.
Por ejemplo, que el índice de paridad en España es del 64,5 %, es decir, que “para que las mujeres tengamos las mismas oportunidades que los hombres vamos a tener que esperar 39 años al ritmo actual”. También que dicha brecha está valorada en un impacto de 213.000 millones de euros para la economía española o que en cuanto a conciliación o corresponsabilidad, aunque hemos mejorado, nos situamos en el 44 %. “De media, las mujeres tenemos todos los días una hora y 37 minutos menos para nosotras mismas respecto a los hombres”, subrayaba.
No son los únicos porcentajes que hacen saltar las alarmas. Si nos remitimos al emprendimiento innovador, “las mujeres recibimos el 3 % de la financiación mundial en rondas privadas; el resto, grupos de hombres o mixtos”, indicaba esta profesional.
Una década atravesada por la polarización
Sin embargo, una de las situaciones que más le preocupan a la CEO de ClosinGap es la polarización, esa que no solo se palpa en el ambiente, sino que queda constatada por diversos estudios y que se acentúa en las generaciones más jóvenes: “Las mujeres son mucho más feministas que nosotras, y los hombres son mucho más reaccionarios que los de nuestra generación; esta polarización es a nivel mundial (…), si entramos en un tema de bandos vamos a crear una gran tensión social”.
“Las mujeres son mucho más feministas que nosotras, y los hombres son mucho más reaccionarios que los de nuestra generación”.
Una realidad a la que no ayuda el estado de la salud emocional de los y las jóvenes. Según un estudio reciente de esta asociación, el 11 % de los hombres afrontan su futuro con ansiedad, el 21 % en el caso de las mujeres. “Los niños y niñas ya visualizan su futuro con ansiedad, ya tienen inseguridad”, explicaba García Méndez alarmada, especialmente ellas.
No en vano, el 65 % de las bajas en las compañías por ansiedad y depresión son protagonizadas por ellas. Y es que, los cuidados y las cargas familiares y laborales tienen un impacto muy importante sobre las mujeres. “Cuando tú quieres trabajar, en tu día a día te encuentras con muchas complejidades, con muchas renuncias”, incidía esta CEO.
La lectura positiva, porque siempre hay una, es que, para García Méndez, las mujeres somos más capaces a la hora de reconducir esas situaciones de malestar: “Las mujeres somos capaces de generar esa vuelta, somos proactivas a la hora de revertir esos procesos, tenemos más recursos que los hombres”.
Una idea de liderazgo
Para esta mujer, profesional y responsable en un puesto de liderazgo, lo más importante es no separar la consecución de resultados de la visión de futuro: “Me encanta la figura de Mariquita porque era un mujer visionaria en su tiempo, traía tendencias de fuera, le gustaba aglutinar esos conocimientos para innovar y para impactar en la sociedad; es un tipo de liderazgo que me resulta muy inspirador, cómo conseguir, dentro de tu organización, llevar a cabo tu misión generando un valor que compartes y que distribuyes con todas las personas y grupos de interés que tienes a tu alrededor”, explica.