Los garabatos se rebelan ante el powerpoint

Adrián Díaz-Caneja |1 de febrero de 2016

El domingo 16 de Noviembre de 2014 un incendio arrasaba la fábrica de Campofrío en Burgos. A las puertas de la campaña de Navidad la empresa sufría un duro golpe. Tras la noticia llegaba la gestión de una crisis con varios frentes: la producción,  los trabajadores sin fábrica, el mercado perdido etc.

En esta situación, y una vez resueltas las primeras incógnitas, el director general de la compañía por aquel entonces, Ignacio González, decidió focalizar su atención en cohesionar y motivar a sus equipos comerciales. Había que recuperar el terreno perdido en los lineales de los supermercados. Para eso adelantó la convención de ventas y quiso transmitir sus ideas de una manera diferente. Los dibujos le ayudarían a explicar la nueva estrategia comercial: “La idea era transmitir pocas ideas, simples y con una enorme dosis de adrenalina (…) necesitaba imágenes, no un cóctel de números”.

González recurrió a expertos en visual thinking que a través de una presentación personalizada transmitieron sus conceptos clave. Esos expertos eran Dibujario, Fernando de Pablo y Miren Lasa. Dos personas que llevan años en este campo dedicados a “inspirar nuevas formas de crear de innovar y comunicar basadas en el dibujo”.

Así definen una labor que ahora podemos conocer a través de Dibújalo (Editorial LID, 2015). Un libro dónde abordan qué es eso del pensamiento visual, cómo podemos aprender a llevarlo a nuestro día a día y relatan varios casos de éxito junto a empresas como CISCO, Mapfre, Telefónica o Direct Seguros, entre otras. La obra se presenta el próximo 3 de febrero en el Centro de Innovación BBVA.

¿Pensar en imágenes? ¿Y además explicármelo?

El día a día de cualquier oficina está repleto de presentaciones atiborradas de textos y con infinidad de datos. Para Fernando “nos hacemos comodones, tenemos una dinámica y si usamos powerpoint, sabemos que con tantas diapositivas rellenamos tantos minutos, con nuestros temas, nuestras gráficas…”. Sin embargo empieza a percibir un cambio: “hay muchos directivos que ven que pueden presentar la información de una manera diferente al estilo de charlas TED”.

Por eso desde Dibujario proponen usar el dibujo en la rutina laboral.  “El visual thinking es una manera de pensar diferente, a través de imágenes”, no buscan presentaciones más bonitas sino que se comprendan mejor. El dibujo como herramienta para la transmisión de nuestro mensaje. Miren nos advierte que “hay que librarse del arte y verlo como un dibujo de proceso”.

Dar ese salto hacia lo visual tiene beneficios tácticos como fomentar la creatividad y la generación de ideas, facilitar la representación de conceptos o favorecer la planificación y visión estratégica. Y también beneficios emocionales como aumentar el compromiso, la motivación, hacer los procesos más participativos o mejorar la comunicación. Todo esto tiene una base comprobada. Como se advierte en el libro la información visual ocupa el 50% de nuestros recursos cerebrales, quizá por eso nos resulte mucho más fácil memorizar a través de imágenes.

Lo aplicamos en el día a día

Fernando y Miren han tenido más de 150 experiencias con empresas desde que Dibujario arrancó en 2010. El libro recoge varios casos de aplicación del dibujo a la comunicación, la formación y lainnovación. Mapfre aparece en este epígrafe. La aseguradora trabajaba para implantarse en el negocio digital de China, un país con barreras idiomáticas, culturales y empresariales por el intervencionismo estatal. En este contexto, y tras un trabajo de semanas por parte de diferentes equiposde la aseguradora, Fernando y Miren les escucharon Una vez realizada esa labor compusieron un puzzle  que les sirvió como mapa visual del viaje del consumidor en el país oriental. Siguiendo una muralla, como la china, lograron una experiencia que según Jose Luis Bernal, director corporativo de Negocio Digital de MAPFRE, “permitió la comprensión de los retos” que tenían ante ellos.

Los trabajos de Fernando y Miren también tocan el mundo educativo.  Fernando detecta que muchas universidades tienen ganas de “remover a los alumnos para que trasciendan de su título”. Fue el caso de la Universidad Pública de Navarra, en Tudela. Allí Dibujario impartió un taller de dos días para estudiantes de Ingeniería en diseño mecánico, es decir personas “muy vinculada al por qué y el para qué de las cosas”.

Plantearon una dinámica de aprendizaje con muchas sorpresas  en las que los alumnos tenían un reto: investigar nuevas posibilidades de interacción con el mundo de la dependencia y la accesibilidad.  En apenas 48 horas idearon, prototiparon y presentaros sus propuestas. Su trabajo sirvió para innovar, crear y comunicar. Tres de las tareas que nos hace más sencillo este pensamiento visual del que habla la nueva obra, esta vez en forma de libro, de Dibujario.