4 tendencias que vinculan salud y empresa

Redacción | 12 de septiembre de 2016

egún la Red Europea para la Promoción de la Salud en el Trabajo, por cada euro que se invierte en salud se obtienen entre 2,5 y 4,8 euros de beneficio, dado que se puede reducir el absentismo laboral hasta en un 36%.

Está claro: impulsar una alimentación equilibrada y un ejercicio físico regular beneficia al trabajador porque mejora su salud y su rendimiento y, consecuentemente, también a la empresa.

Diferentes estudios vinculan, por ejemplo, altos índices de masa corporal con costes importantes para las compañías en forma de baja productividad.

La salud en el trabajo ya no se limita a evitar accidentes y enfermedades laborales, sino que introduce con fuerza el concepto de la promoción, es decir, ayudar a los empleados a incorporar hábitos que mejorarán su calidad de vida.

 

NUTRICIÓN Y ACTIVIDAD FÍSICA

Hoy, pensar en salud adquiere una dimensión que trasciende el ámbito personal para extenderse a la organización y la sociedad y, por ello, muchas empresas incorporan intervenciones de carácter conductual, destinadas a influir en el conocimiento, las actitudes y las habilidades de las personas trabajadoras:

· En la alimentación, difundiendo información y facilitando opciones más sanas. Se puede introducir, por ejemplo, frutas gratuitas o a precios reducidos en los descansos, sustituir la bollería industrial de las máquinas expendedoras…
· No al sedentarismo. Instalar aparcamientos para bicicletas o proponer rutas saludables para llegar al trabajo caminando puede cambiar muchos hábitos. Otra opción es promover competiciones propuestas desde la empresa.
· La vigilancia de la salud ayuda a detectar de manera temprana factores de riesgo, como la obesidad, y prevenir la aparición de enfermedades crónicas. Difundir los síntomas permite detectarlas con mayor facilidad.
· La higiene postural previene lesiones de espalda. Comunicar consejos en este sentido y contar con la ayuda de un fisioterapeuta resulta muy útil.
· Existen muchas otras acciones para fomentar la salud desde la empresa, como premiar el No al Tabaco, gratificando el esfuerzo de ‘dejar de fumar’; difundir información sobre las adicciones…

Una de las empresas que ha apostado por fomentar estos hábitos saludables es Nestlé España, que ha convertido a sus propios empleados en embajadores nutricionales de la marca, partiendo de la base de que cuantas más personas sean expertas en nutrición, más fácil será difundir hábitos de alimentación saludable entre la población.

La herramienta se llama Programa NQ y ofrece formación a todos los empleados con el objetivo de mejorar su calidad de vida a través de los alimentos, transmitir a su entorno más próximo hábitos saludables y contribuir al progreso de la compañía.

En definitiva, se trata de integrar la salud en la cultura empresarial, generando un impacto positivo real en la sociedad.

 

Entorno adecuado

¿Cuánto nos afecta el lugar de trabajo en nuestro estado físico, mental, emocional y espiritual?  Según la cultura oriental,  el entorno en el que vivimos o trabajamos nos afecta un 33%  en nuestra vida diaria.  Es un porcentaje alto para no tenerlo en cuenta. Una empresa que se considere saludable tiene que analizar el entorno en el que trabajan sus empleados para mejorar cualquier condición que dependa del empresario.

El entorno de trabajo influye en la productividad, eficacia, motivación, creatividad, nivel energético e incluso en el estrés de los empleados.

Las compañías no tienen grandes problemas para aprobar en materia de salud laboral en los aspectos físicos, ambientales y de seguridad, pero flojean en apartados como el riesgo psicosocial; sin embargo, la tendencia por crear un clima saludable es una de las estrategias que, poco a poco, se van implementando en numerosas empresas, buscando mejores evaluaciones en los índices de reputación y en la valoración interna de sus propios empleados.

 

Mejora de los riesgos psicosociales

Expertos del ámbito laboral coinciden en señalar que urge fomentar la prevención y el tratamiento de los riesgos psicosociales en las empresas, puesto que se han quedado al margen en la gestión de la salud laboral, más centrada en la prevención de los riesgos físicos. Preguntado a este respecto, el director general de Ordenación de la Seguridad Social, Rafael Barberá, se muestra convencido de la necesidad de apoyar las iniciativas que promuevan el bienestar psicológico y emocional de los trabajadores, ya que su salud tiene «un efecto directo» en las empresas.

Barberá asegura que  las patologías mentales, tales como la depresión, son las más difíciles de valorar desde el ámbito laboral, por lo que cree que deben ser tratadas y estudiadas por las empresas, ya que pueden generar un absentismo «enorme» y una «baja productividad», con la consiguiente pérdida para la empresa.

Unas iniciativas que, instauradas en la empresa, han demostrado su efectividad, pasan por:

· Impartir programas de formación para mejorar y preservar la salud emocional de los trabajadores, con iniciativas «que vayan más allá de la necesidad intrínseca de las propias empresas».
· Incorporar a sus programas de responsabilidad social corporativa planes de ayuda específicos para los trabajadores que se encuentren afectados por situaciones personales, lo que contribuiría a reducir los índices de absentismo que «lastran» la competitividad de las empresas y el desarrollo de las mismas.

El “síndrome de Burnout” (estar quemado todo el día) es uno de los padecimientos que más se da en personas que se dedican al ámbito educativo, sanitario y de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

A ello se suma un fenómeno relativamente reciente, que se va arraigando en la vida laboral, la dificultad de desconectar del trabajo en el tiempo libre por culpa de los dispositivos móviles, los ordenadores e Internet.

El ejemplo de Osakidetza

Osakidetza- Servicio Vasco de Salud  ha iniciado un plan de evaluación de los riesgos psicosociales en todo el ente público para el que trabajan alrededor de 35.000 personas, 28.000 de forma oficial y otras 7.000 de manera eventual. Con este plan analizará las condiciones de trabajo de sus empleados en aspectos como el nivel de estrés que padecen, la carga de trabajo que soportan, la carencia de medios materiales y humanos con las que realizan sus tareas o los problemas de organización con los que se enfrentan.  La evaluación afectará a 321 centros de salud y 16 hospitales de la red. Esta herramienta persigue corregir los factores de riesgo físico y mental de los empleados.

El objetivo de la evaluación es hacer un diagnóstico para poder elaborar un programa específico con acciones de mejora. En opinión de los profesionales sanitarios, se trata de un logro muy importante para avanzar en la prevención de las enfermedades derivadas del trabajo, por lo que es primordial que todos los riesgos queden reflejados en los cuestionarios”.