Tatiana Glad (Impact Hub): «Cualquier persona o entidad es capaz de provocar un cambio»

Tras la aprobación en el Congreso de la creación de la figura legal que reconoce a las empresas con propósito -las Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC)-, recogida a través de una enmienda en la nueva Ley Crea y Crece, conversamos con Tatiana Glad, directora ejecutiva de la red global de Impact Hub, reconocida como una de las Top 100 de mujeres líderes en emprendimiento social. 

Tatiana Glad es una mujer muy inspiradora, gran speaker, experta en innovación social, sostenibilidad, emprendimiento y redes de ecosistemas. Lleva años impulsando a emprendedores sobre todo en 4 áreas: circularidad, moda sostenible, inclusión y sistemas alimentarios sostenibles.

Primero, desde su responsabilidad de co-fundadora de Impact Hub Amsterdam y, desde noviembre de 2021, como líder de la mayor red global de impacto basada en espacios, personas y servicios centrada en acelerar la transformación de negocios sostenibles, presente en más de 60 países.

 Canal CEO: ¿Cómo definirías el momento actual para emprender?

Tatiana Glad: Estamos en un momento histórico apasionante por los retos a los que nos enfrentamos. En medio de las urgencias sociales y medioambientales, vemos que hoy más que nunca necesitamos nuevas soluciones que den una respuesta innovadora y sostenible a la situación actual. Por emprender no me refiero solo a personas que crean empresas. Emprender también es iniciar algo nuevo entre diferentes actores: empresas, organizaciones, instituciones, gobiernos… cualquier persona o entidad es capaz de provocar un cambio. Todos y todas somos agentes de cambio. Por eso en este momento, es más necesario que nunca las colaboraciones y las alianzas para facilitar estos cambios.

Canal CEO: Euclid Network te ha designado como una de las 100 mujeres en impacto social a nivel europeo y has sido cofundadora de Impact Hub Amsterdam. ¿Cómo te definirías? ¿Qué aprendizajes podrías compartir?

Tatiana Glad: Me definiría como una visionaria pragmática que me apasiona mi trabajo e impulsar el cambio. En cuanto a los aprendizajes, me encanta aprender e inspirarme en las personas que se cruzan en mi camino y que dedican su vida a generar impacto y transformación. En 2003 impulsé junto a otras personas Waterlution, red que trata capacitar a jóvenes que buscan generar innovación en para afrontar los desafíos del agua y del cambio climático y de los que sigo aprendiendo y me ayudan a entender los retos que tenemos como sociedad.

En noviembre de 2021 me nombraron directora ejecutiva de la red global de Impact Hub, una gran responsabilidad que asumo con la naturalidad de seguir ayudando a los 24.000 emprendedores que conforman nuestra red, repartidos por 60 países, que ponen sus esfuerzos en crear y consolidar empresas que mejoren nuestras sociedades. Antes, desde el Impact Hub Amsterdam y junto al equipo maravilloso que trabaja con pasión e ilusión, he aprendido mucho desde 2008 de los más de 1.000 emprendedores de impacto que han dado respuesta en Países Bajos a desafíos como la economía circular, el cambio climático, la transición alimentaria, la moda sostenible o la inclusión.

Soy una afortunada por liderar una red global de emprendedores que como nos guía nuestra estrategia ‘Ambition 2030’ queremos crear mayor valor para el planeta.

Canal CEO: ¿Es el compromiso social y sostenible la línea roja que divide el éxito del fracaso empresarial?

Tatiana Glad: Si por éxito entendemos la supervivencia de una organización, cada vez está más claro que el impacto que tiene sobre la sociedad y sobre el planeta pesa entre su público, en sus inversores, a la hora de trabajar con grandes clientes… La legislación europea está exigiendo a las grandes empresas que midan el impacto de su actividad y esto va a arrastrar tarde o temprano a todos los actores económicos. No todo vale, y cada vez la sociedad lo tiene más en cuenta.

En España, sin ir más lejos, vais a contar -como ya existe en otros países europeos- con una figura jurídica de Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC), que servirá para reconocer a las empresas que generan beneficio social y ambiental, además de retorno económico, reconociendo su valor al buscar el interés colectivo, que acaba de ser aprobada en el Congreso.

Canal CEO: ¿Qué diferencia hay entre una red de colaboradores y alianzas, con un ecosistema empresarial?

Tatiana Glad: Como se destaca en el informe ‘Ecología Social: La práctica del desarrollo de ecosistemas’, que acabamos de presentar su versión en español en Impact Hub Madrid, las redes son más transaccionales, es decir, nos unimos a ellas si percibimos que añaden valor o son de utilidad. Los miembros de esa comunidad tienen un vínculo más fuerte y perciben que comparten valores con otros miembros y queda patente quién forma parte de la comunidad y quién no. Por el contrario, en los ecosistemas, hay más diferencias y también complementariedad entre funciones de las personas y las organizaciones, tienen una visión común de las necesidades sociales y se caracterizan por su dinamismo y adaptación constante al cambio.

Canal CEO: ¿Los ecosistemas y las empresas tradicionales son dos modelos capaces de convivir o crees que la tendencia será canibalizar un modelo a otro?

No son modelos contradictorios… Los ecosistemas se nutren de cualquier tipo de organización y las empresas ‘tradicionales’, aquellas que siguen buscando la maximización del beneficio y que no sitúan en el centro de su estrategia el impacto social o medioambiental que generan con sus productos o servicios, también forman parte de ese ecosistema. La clave está en que ecosistemas como la red global de Impact Hub ayude a impulsar ecosistemas que impulsen la transformación social y medioambiental a través de negocios sostenibles. En nuestro caso, contamos con una comunidad integrada por más de 24.000 profesionales con presencia en 60 países, pero necesitamos a muchas más empresas, organizaciones y personas que generen impacto positivo a través de su actividad.

Esta transición hacia una economía de impacto es más necesaria que nunca y debemos acelerarla. No obstante, tenemos que tener en cuenta que la integración de la sostenibilidad en las empresas no tiene más de dos décadas. La buena noticia es que existen compañías, muchas de ellas pymes o empresas sociales, que ya son nativas en impacto. Un ejemplo, serían las B Corp, movimiento global de personas que utilizan la fuerza de las empresas como motor de cambio y que por ahora son 5.000 a nivel mundial, entre ellas Impact Hub Madrid.

Canal CEO: Impact Hub cuenta con una comunidad de 24.000 profesionales y 1.200 expertos y su objetivo es acelerar la transformación sostenible en el mundo. ¿Es posible aplicar -o ya estáis aplicando- vuestro modelo en países subdesarrollados o en vías de desarrollo para alcanzar una economía social real y sin barreras de acceso?

Nuestra red está presente en más de 100 ciudades de 60 países de todo el mundo, con situaciones socioeconómicas muy distintas. En todos ellas el objetivo es crear comunidades de emprendimiento que ofrezcan soluciones innovadoras para crear una economía más justa e inclusiva. Por ejemplo, desde Impact Hub Madrid han desarrollado la iniciativa Weconomy Impact de Anesvad, un programa de aceleración para proyectos de emprendimiento local en África subsahariana en colaboración con los hubs locales: el Impact Hub Abidjan (Costa de Marfil) e Impact Hub Lagos (Nigeria). Durante tres meses, tres proyectos de emprendimiento (de apoyo y reinserción laboral de mujeres con enfermedades tropicales desatendidas, de energías renovables y de «omics» y biología molecular) han sido entrenados y asesorados y ahora están en proceso de evaluación para recibir de Anesvad una posible inversión de hasta 40.000 euros para apoyarles en su consolidación y desarrollo.

Otro ejemplo, ha sido el programa ‘Med up!’, en el que Impact Hub ha participado como formador. Este programa de la Comisión Europea y Oxfam Italia buscaba promover un entorno de colaboración en regiones del sur del Mediterráneo (Marruecos, Túnez, Egipto, Líbano, Jordania y Palestina) para el desarrollo del sector del emprendimiento social como motor para el crecimiento inclusivo y la creación de empleo.