La tecnología avanza de forma vertiginosa y con ello el ecosistema de proveedores, plataformas tecnológicas y aplicaciones de negocio que las empresas necesitan para prestar sus servicios de forma puntera, sostenible y eficiente. Durante este camino hacia la transformación digital, se abre la puerta a nuevos riesgos de ciberseguridad que tienen un impacto cada vez mayor en el negocio. Solo en el pasado año, se produjeron 40.000 ciberataques por día, lo que supone un incremento de un 125%.

Para ser ético y sostenible ya no basta solo con decirlo. En la Unión Europea (UE) en especial están cambiando las normas para que la actividad empresarial esté realmente en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Un ejemplo de ello es la taxonomía verde Europa que obligará a las empresas a presentar unos indicadores económicos de sus actividades sostenibles para evitar el ‘blanqueo ecológico’.