Para ser ético y sostenible ya no basta solo con decirlo. En la Unión Europea (UE) en especial están cambiando las normas para que la actividad empresarial esté realmente en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Un ejemplo de ello es la taxonomía verde Europa que obligará a las empresas a presentar unos indicadores económicos de sus actividades sostenibles para evitar el ‘blanqueo ecológico’.