Pensar que la pandemia era un mero paréntesis en nuestras vidas para semanas después volver a la casilla de salida ha dado lugar a otra preocupante epidemia: la fatiga emocional. Un síndrome que ya afecta al 60% de la población europea y que urge a las empresas a poner en marcha programas de fitness emocional para afrontar una nueva realidad social y laboral.