El 41% de la población activa está considerando cambiar de trabajo como consecuencia de la transición a un ecosistema laboral flexible. En la denominada era del talento, la fórmula basada únicamente en la retribución económica ha dejado ser prioritaria y son la competitividad, la velocidad de las innovaciones o los programas de bienestar los que llegan a inclinar la balanza en un sentido u otro.
programa de bienestar
Las transformaciones exigen tiempo. En el caso de los comportamientos individuales, 66 días bastan para cambiar un hábito. Para las empresas, el reto es aún mayor. Integrar el propósito del bienestar en el ADN corporativo exige un gran esfuerzo tanto de la dirección como de los empleados, que deben interiorizar de manera natural la cultura saludable.