El COVID se ha convertido en el meteorito que acabó con un modelo de dirección que llevaba ya muchos años luchando contra la extinción: es el fin de los “liderosaurios”, CEOS ajenos a las tecnologías y que nunca habían apostado sinceramente por la diversidad y la sostenibilidad. Sin embargo, en este mundo disruptivo, otros directivos se han visto reforzados. Son las aves que han podido remontar el vuelo mientras que otros compañeros no sobrevivían al cambio. ¿Cuál es su secreto?