Las transformaciones exigen tiempo. En el caso de los comportamientos individuales, 66 días bastan para cambiar un hábito. Para las empresas, el reto es aún mayor. Integrar el propósito del bienestar en el ADN corporativo exige un gran esfuerzo tanto de la dirección como de los empleados, que deben interiorizar de manera natural la cultura saludable.
Almudena Román (ING): «La cultura del bienestar permite crear un ambiente donde desarrollar nuestras capacidades al máximo»
CEOSxELBIENESTAR | ¿Quién no ha citado en alguna ocasión el famoso proverbio chino “Dale un pez a un hombre, y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”? En momentos en los que la salud es uno de los pilares estratégicos de toda organización, hay quienes ya apuntan que no es suficiente con “entregar el pez” para crear una genuina cultura de bienestar.