Sólo el 28% de empleados creen en el interés del directivo por su bienestar

Lucía Felipe | 19 de abril de 2015

En España la desconfianza de los ciudadanos en el sistema actual es visible, y este malestar también se ha trasladado a la empresa. Sólo el 41% de los empleados confían en el trabajo desarrollado por la alta dirección, y tan sólo el 28% considera que los directivos tienen un interés sincero por su bienestar. Estos datos han sido recogidos por el estudio Global Workforce Study 2014 realizado por la consultora Towers Watson.

Ya decía claramente Warren Bennis, asesor de cuatro grandes Presidentes de los Estados Unidos, como Kennedy, Johnson, Carter y Reagan, que “un liderazgo sin confianza es una contradicción en sus propios términos”.

La credibilidad del líder es muy importante para el desarrollo de la compañía, por ello hay que trabajar en ella y en tener buenas relaciones con los empleados. Según el estudio, sólo el 43% cree en la información que recibe de sus superiores. Este margen de desconfianza, separa aún más la línea que «tradicionalmente» separa al dirigente de los trabajadores y perjudica el compromiso de los mismos con la organización y el propósito de la empresa.

Las empresas hoy en día, creen en la felicidad de sus empleados, como motor del funcionamiento básico de la empresa. Un empleado descontento y estresado, muestra una actitud de discordancia e insatisfacción que es contraproducente para el directivo.

Por ello, existen variables que ayudan a mejorar la confianza que la alta dirección proyecta a los trabajadores. Warren Bennis, ha desgranado los cinco ingredientes para conseguir la «Fórmula de la confianza», los cuales son:

1. El rigor: Ser objetivo y concreto en los planes que desarrolla el directivo, muestra el interés y el conocimiento en la estrategia de empresa. Y por tanto, influyen en el aumento de la credibilidad de los demás.

2. La gestión de expectativas: Generar expectativas es positivo y motivador. Pero hay que tener cuidado de crear expectativas reales y fáciles de cumplir, si no la confianza será puesta a prueba.

3. Muestra de experiencias y ejemplos: Dar ejemplo siempre surte efecto, tanto en la educación como en el trabajo, por algo se empieza. Además, hacer partícipe a los demás de las experiencias vividas y de los éxitos alcanzados puede hacer que aumente su respeto y valor como directivo.

4. Opinión con conocimiento: Las ideas expuestas siempre deben estar bien sustentadas para generar credibilidad. Nunca es positivo aventurarse a opinar de asuntos que no se conocen.

5. Ofrecer respuestas: Actuar con responsabilidad ante ciertos actos es muy importante. Eludir o evitar implicarse o dar la cara respecto a situaciones complejas solo empeora la situación y devalúa la imagen del directivo frente a los empleados.